Ver y reconocer a los hermanos migrantes

Es así como atendiendo este llamado del papa Francisco sobre dedicar una semana especial para la oración, encuentro y misericordia con los hermanos migrantes y refugiados, la arquidiócesis de Bogotá, a través de la Fundación de Atención al Migrante–FAMIG-, adelanta varias actividades con esta población y, en especial, con los hermanos venezolanos que sufren el drama del desplazamiento a nuestro país.

La necesidad de acoger a estos últimos desbordó la estructura inicial de FAMIG, por lo que la Arquidiócesis abrió varios centros de atención, acogida, ayuda y orientación a lo largo y ancho del territorio arquidiocesano, ubicando cinco parroquias, en diferentes localidades de la Ciudad, para la asistencia humanitaria, auxilio en mercados y donaciones.

Es así,  como en la localidad de Santafé, la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores; Ciudad Bolívar, la parroquia san Pedro Julián Eymard;Usme, parroquia san Marcelino Champagnat; Usaquén, parroquia san Juan Diego y San Cristóbal, en la parroquia san Mario, se atienden a estos hermanos migrantes venezolanos.

Experiencia enriquecedora al servicio de los demás

Quien está al frente de estos puntos de atención es el padre Wilfran Oyola García, coordinador arquidiocesano de evangelización de la movilidad humana. El padre Oyola trabaja y monitorea que este servicio pastoral y social cumpla, en la ayuda integral a centenares de familias que llegan todos los días a nuestra ciudad, desde la Terminal de Transporte y en donde son redireccionados a los diferentes puntos de atención dispuestos para los migrantes.

El padre Wilfran también es párroco, desde hace dos años y medio, en Nuestra Señora de los Dolores y director ejecutivo de FAMIG. Además, es el coordinador arquidiocesano de acción solidaria y director de la oficina Red de Organizaciones de Servicio Social; ordenado para la diócesis de La Dorada Guaduas, fue incardinado a la arquidiócesis de Bogotá el año 2014, y es nuestro invitado especial: