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Invitado especial

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Una vida en misión

15 de noviembre de 2019

Hace 17 años Diana Trompetero Dueñas dejó su país, Colombia, para iniciar una nueva vida, tomó la decisión de acoger el llamado de Dios a una vocación misionera y se fue…

Desde ese entonces, Diana ha vivido 4 años en Bolivia y 12 en Turkana, norte de Kenia en África. Es psicóloga, egresada de la Universidad Santo Tomás, donde también realizó otros estudios y se graduó en Filosofía y Educación religiosa.

Esta colombiana creció y se educó en un hogar católico en donde pudo conocer y profundizar su fe; su familia fue ejemplo y su referente fueron las diferentes parroquias de la arquidiócesis de Bogotá y sus sacerdotes, que durante su caminar fueron forjando y alimentando una fe sólida.

Vocaciones dispuestas a traspasar fronteras y a unirse a la misión universal de la Iglesia

Un día de repente, el menos esperado para esta laica, y ya con estudios profesionales culminados, una mujer, enfermera y misionera en África la invitó a ser parte de la Comunidad Misionera de San Pablo Apóstol. 

Cuando tomó la decisión de ingresar en esta comunidad misionera su vida encontró a un Jesús vivo y transformador de un mundo que clama justicia y, por supuesto mucho amor. Se sintió plena y feliz.

“No hay palabras para agradecer aquellos momentos en que Dios me llenó de fortaleza para decir: sí, te sigo, incondicionalmente y de por vida para ir donde me necesites”. Y aquí estoy, en un rincón de África llamado Turkana, lleno de personas sorprendentes que, en medio de la extrema pobreza, del hambre, de la falta de agua y la escasez de oportunidades están construyendo, poco a poco, un presente y un futuro más digno”, afirma Diana al relatar su misión y cómo se siente.

Actitud misionera permanente

En la actualidad, Diana es responsable del programa de nutrición infantil de la misión de Kokuselei, que cubre 10 centros materno infantiles donde se encuentran alrededor de 800 niños menores de 6 años. También trabaja con adultos mayores, más de 100, ente otras responsabilidades y tareas, de su misión en África.

Viene a su tierra, una vez al año, visita a sus familiares y, por supuesto, no deja de trabajar, aquí también sigue en misión ya que ayuda a vincular a personas de diferentes edades, jóvenes, parejas y familias que desean hacer parte y unirse a este trabajo y comunidad como misioneros.

“En África, nos faltan manos, sacerdotes misioneros y misioneras que deseen salir de su propia tierra para llegar a tantos que esperan el mensaje concreto del amor de Dios”, concluyó. 

A continuación, entrevista con Diana Trompetero, misionera católica y nuestra invitada especial:

 

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