La lección de los deportistas

Ya no se puede negar que muchos deportistas colombianos están marcando diferencia abismal entre este momento de ellos y las viejas generaciones. Pero también están proyectando sobre la sociedad colombiana una luz que no siempre es abundante entre nosotros: la de la disciplina y la mística, la entrega total y la altura de propósitos. La lista de estos hombres y mujeres que han dado un salto cualitativo en el campo deportivo es ya larga: Nairo Quintana, Egan Bernal, Mariana Pajón, Robert Farah y Juan Sebastián Cabal, Catherine Ibargüen, James Rodríguez, Falcao García, Óscar Figueroa. Ninguno de ellos está en el lugar de honor que hoy ocupa por casualidad. Es el fruto del método de trabajo y desde luego de dotes naturales muy bien aprovechados y desarrollados.

Entre todo lo anterior nos llama la atención la conducta que les ha permitido subir a las cumbres del triunfo. No es la dedicación fuerte y constante una característica permanente entre la cultura colombiana. Vivimos demasiado sujetos al azar, a la improvisación, a los arrebatos y caprichos, a las intuiciones momentáneas, a la pasión que se desborda en un solo momento y luego desaparece. Está más que comprobado que el éxito en la vida, en cualquier actividad, obedece en gran medida a la disciplina. No es el genio solo. No es la iluminación repentina. Es el trabajo metódico, ordenado, continuo, el que puede producir los frutos que realmente vale la pena cultivar y que pueden perdurar en el tiempo. Y en esto se ha convertido la vida del deportista colombiano actual y a la vista están los excelentes resultados.

Por otra parte, es digno de admirar y de divulgar, el hecho de que nuestros más destacados deportistas estén brillando en actividades que requieren mucha fuerza en todo sentido: físico, mental, sicológico. De alguna manera han escogido líneas deportivas que requieren esfuerzo, fortaleza, capacidad de ir al límite. Ninguno está en deportes que no requieran esfuerzo y fortaleza. Ciclismo, fútbol, salto, bicicross, pesas, tenis, etc, todos son deportes que le piden a quien lo practica sus mejores cualidades y siempre la capacidad de superar sus propios logros continuamente. Y esta no es lección menor: apuntar a practicar disciplinas que le permitan a cada uno dar todo de sí mismo, explorar y ejecutar sus mejores capacidades, entregar todo en aras del triunfo.

Y debemos añadir a todo lo anterior la capacidad de sacrificio. Para que en Colombia estemos disfrutando de esta primavera deportiva, se ha requerido que los hombres y mujeres del deporte dejen de lado por amplios periodos sus familias, su país, sus hobbies, su propia comodidad. Y han tenido la fortuna de contar con verdaderos equipos de trabajo a los cuales han seguido con seriedad y tesón. Toda una lección de vida que va mucho, pero mucho más allá de la algarabía al cruzar la meta o del ondear de la bandera. Lo que hacen estos seres humanos extraordinarios es proponerle al país, a lo mejor sin pensarlo demasiado, un modo diferente de vida, caracterizado por la templanza, la entrega y, también, el respeto por el nombre de Colombia, el cual han llevado a alturas nunca imaginadas. Además de nuestra felicitación a los campeones en acción, agradecemos la lección de vida que están dando a toda la sociedad colombiana.

Imagen: Semana