Iniciación cristiana de adultos en auge
Poco a poco, en la mayoría de las diócesis del país, va tomando cuerpo la pastoral que busca acoger a los adultos que piden ser bautizados e iniciarse en la fe cristiana de la Iglesia católica. Cada vez se asoman a las puertas de la Iglesia más personas que, por diversos motivos, no fueron bautizadas poco después de su nacimiento, como era usual en las familias católicas colombianas y que piden ser admitidas. Este grupo de personas son un signo, por una parte, de la descristianización de algunos sectores de la población del país, y por otra, de la sed de Dios que siempre anida en el corazón humano y que busca respuesta a través de la fe.
A la vez que es una alegría para la Iglesia la búsqueda de la vida sacramental por parte de adultos que aún no han recibido los sacramentos de la iniciación cristiana, no deja de ser una señal de alarma respecto a las limitaciones que se han tenido en las últimas décadas en cuanto al alcance de la evangelización y la pastoral. Porque no pocas de estas personas dejan ver en su historia que quizás no hubo nunca o casi nunca una presencia de la Iglesia en su vida, en la de su familia, o en las mismas comunidades donde habitaban. Y es cierto: ya hay grupos poblacionales y sectores de ciudades y campos en los cuales no ha resonado el anuncio del Evangelio de Jesucristo por diversos motivos. Razón de más para insistir en que los evangelizadores y misioneros no pueden limitar su acción a los templos e instituciones tradicionales, sino que la Iglesia en salida debe ser cada vez más una realidad llena de fuerza y pasión por el Reino de Dios.
Pero debe decirse que la iniciación cristiana de adultos –bautismo, eucaristía y confirmación, con todo su itinerario propio- es una pastoral muy interesante y que ojalá tome cada día más fuerza y lugar de importancia en toda la Iglesia. Cuando una persona adulta, por su propia iniciativa, pide ser iniciada en la fe, abre a la Iglesia una oportunidad de servirle los dones espirituales y de la gracia de una manera muy bella. Permite un anuncio explícito del Evangelio de Jesucristo, dar a conocer la Palabra de Dios, presentar la obra de Dios en la humanidad y en cada historia personal, abrir de lleno las puertas de la Iglesia y acoger a la persona en la comunidad creyente para incorporarse al caminar juntos hacia el Padre común de todos los hombres y mujeres. Para la Iglesia, los adultos que no han sido bautizados y llaman a sus puertas en busca de este primer sacramento, es una oportunidad de oro para mostrarse como Iglesia que acoge, anuncia y acompaña, como ha insistido tanto el Sínodo de la Sinodalidad, en cuanto a la forma como debe ser la vida de la Iglesia.
La Arquidiócesis de Bogotá desde hace ya un buen tiempo y recientemente la Conferencia Episcopal de Colombia, han publicado unos materiales de trabajo para la iniciación cristiana que bien vale la pena aprovecharlos al máximo por parte de todos los evangelizadores. Contienen unos itinerarios de formación muy bien diseñados, llenos de fundamentos teológico, bíblicos y espirituales, para que sus destinatarios descubran a fondo la fe que buscan y arraiguen en ella para su relación con Dios. Además, son materiales muy bien situados en lenguaje y contexto actuales. Con el uso adecuado de estos subsidios el evangelizador podrá realizar una catequesis muy sólida y también atractiva, a la vez que con la seriedad y profundidad que piden quienes buscan los sacramentos y ya son personas adultas.
Pensamos que, hacia el futuro, la iniciación cristiana de adultos será una tarea creciente y que requerirá de los mejores evangelizadores para desarrollarla. Una tarea inmediata quizás consista en proclamar en todas las parroquias del país –y por las redes sociales y todos los medios de comunicación- que la Iglesia ofrece este servicio de iniciación en la fe, pues quizás muchos no lo saben y hacerlo de tal manera que algunos venzan cierta timidez social para pedir los sacramentos que la mayoría recibió en los primeros años de vida.
¡Las puertas de la Iglesia están abiertas para todos, incluso para los que aún no hacen parte de ella!
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