El papa León XIV ha designado un nuevo obispo auxiliar para la Arquidiócesis de Bogotá. Se trata del sacerdote Germán Humberto Barbosa Mora, quien fue ordenado para la misma Arquidiócesis, pero quedó incardinado posteriormente en la Diócesis urbana de Engativá, cuando esta fue creada en el año 2003. Desde entonces, ha desempeñado diversos cargos pastorales, teniendo especial ocupación en la formación de sacerdotes. Además, adelantó estudios de doctorado en Roma, en la Pontificia Universidad Gregoriana. También, cuenta con una amplia experiencia pastoral en parroquias. En suma, el Santo Padre ha escogido un sacerdote integral en su ser y su misión, y goza de muy buena reputación entre el clero de Bogotá. Sin lugar a dudas será un hombre muy valioso para la misión que cumple la Arquidiócesis de Bogotá y, en particular, será un gran colaborador del arzobispo primado, cardenal Luis José Rueda Aparicio, en ocasiones desbordado por múltiples tareas locales, nacionales y universales.
Los obispos auxiliares que ha tenido la Arquidiócesis de Bogotá han realizado, casi siempre, una historia importante en esta urbe y después como titulares en diócesis del país y aun en Roma, como el caso del arzobispo Ruiz Arenas. Los hubo con dificultades, en las personas de González Arbeláez e Isaza Restrepo, después servidores en otras iglesias locales. Hubo de larguísima duración como el obispo De Brigard Ortiz, quien acompañara como obispo y después como arzobispo auxiliar a cinco arzobispos de la ciudad, desde Perdomo Borrero hasta Revollo Bravo. Recordamos dos que fueron simultáneamente con su cargo episcopal rectores del Seminario Mayor: Martínez Vargas y Romero Franco. Algunos auxiliares llegaron después a ocupar la sede primada, como en los casos de Ismael Perdomo y Mario Revollo. Este último llegó a ser cardenal de la santa Iglesia Romana, como también lo fue Alfonso López Trujillo, hombre capaz y controvertido como pocos.
Pero la lista de estos ilustres miembros del clero es amplia y cada uno engalanó a la Arquidiócesis de Bogotá de muchas maneras y alivió la carga pastoral de los arzobispos titulares de diversas formas. En desorden y haciendo una breve memoria de los últimos 75 años, a manera de feliz recuerdo, surgen nombres como Pablo Correa, Luis Pérez Hernández, José Gabriel Calderón, Rubén Buitrago, Víctor Manuel López, Darío Molina, Guillermo Ortiz, Enrique Sarmiento Angulo, Agustín Otero Largacha, Fabio Suescún Mutis, Jorge Ardila Serrano, Gabriel Romero Franco, Alfonso López Trujillo, Octavio Ruíz Arenas, Oscar Urbina Ortega, Francisco Nieto, Fernando Sabogal Viana, Pedro Salamanca Mantilla, Germán Medina, Luis Manuel Alí Herrera, Roberto Ospina Leongómez, y, desde luego, los actuales auxiliares: Alejandro Díaz García y Edwin Vanegas Cuervo. Cada uno, con sus capacidades, se puso al servicio de la iglesia particular de Bogotá y gozaron del reconocimiento, la obediencia y la colaboración estrecha del clero y de las comunidades parroquiales. Sus nombres están inscritos en el libro áureo de la comunidad católica bogotana.
Por otra parte, cada época tiene sus propias características y retos tanto para la Iglesia como para sus pastores. El cardenal Rueda Aparicio quiere dar un impulso importante a toda el área de los laicos poniéndola bajo el cuidado inmediato de monseñor Germán Barbosa. Los otros dos auxiliares ya se ocupan del clero y de los religiosos. Pero en Bogotá hay una participación laical creciente que bien amerita una especie de pastor propio que la acompañe y haga crecer aún más, siempre en el marco de los planes de evangelización de la Arquidiócesis de Bogotá. Queda, pues, el Primado acompañado de cerca por tres obispos inteligentes, analíticos, trabajadores, de claras raíces bogotanas, modernos y sencillos, que le harán más llevadera su preocupación por esta iglesia particular y quizás también de otras tantas del país que miran a Bogotá como una madre siempre atenta y solidaria.
Desde las páginas de El Catolicismo damos la bienvenida a monseñor Germán Barbosa Mora y, además de poner nuestros medios de comunicación a sus órdenes, le deseamos un servicio pastoral muy fructífero bajo la protección e intercesión de santa Isabel de Hungría, patrona de la Arquidiócesis de Bogotá.
Fuente Disminuir
Fuente