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Un llamado: ¡Comuniquen esperanza!

15 de mayo de 2015

El papa Francisco en el mensaje que escribió para la 49 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, enseña que “la familia es el primer lugar donde aprendemos a…

Con este hecho que todos los días está al alcance del trabajo como periodistas para informar, ¿se generan contenidos noticiosos?.

Es decir, el periodista está atento a informar sobre casos por ejemplo, en los que una mujer  que no tiene el apoyo del padre de su hijo, de su propia familia y que tiene la posibilidad de abortar, es decir, de matarlo, tiene el valor de aceptar su embarazo y salir adelante a pesar de las dificultades… ¿en los medios de comunicación se hace cotidiano escuchar, leer o ver historias cómo estás?.

Muy esporádicamente…lo que se escucha, se ve o se lee es el aumento de abortos, las facilidades que se tienen para asesinar a estos inocentes en el vientre de sus madres, los suicidios, los casos de eutanasia y de más situaciones que construyen la cultura de la muerte.

He ahí el primer llamado para los periodistas: ¡Comunicar la vida! desde la gestación hasta el final de los días, narrando también aquellas bellas historias que contienen sabiduría, sacrificio y el legado sobre fe de los abuelos. Como también de aquellos héroes, hombres y mujeres, santos de estos tiempos que a pesar de una enfermedad grave o terminal deciden aceptar la Voluntad de Dios y ofrecer su dolor en reparación hasta que les llegue el día de dar el paso al paraíso.

Y si partimos de la visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel, como el papa Francisco lo expresa refiriéndose a la alegría del encuentro y que “Este episodio nos muestra ante todo la comunicación como un diálogo que se entrelaza con el lenguaje del cuerpo”, se podría contextualizar en el presente la visita de la Virgen María a nuestros hogares y a la realidad que se vive en el lugar donde nos encontremos, para dar a conocer aquellas familias donde se vive la comunión con Jesucristo y los frutos que generan en nuestra sociedad por aceptar a sus hijos en las condiciones que llegan y ser testigos de la misericordia entre sus relaciones de esposos y padres.

Por ello, con el deber de informar sobre el bien “El bien siempre tiende a comunicarse” (E.G.), necesitamos también de más medios de comunicación que con programas de periodismo investigativo denuncien los casos de crueldad y deshumanización a causa de los abusos a menores, el maltrato infantil, la pornografía y todos los delitos que están violando los derechos de la mujer, de los niños y las familias, con el fin de formar, educar y orientar para combatir el relativismo en el que vivimos, para ser la voz de los que no tienen voz.

Nos dice el papa Francisco “También la familia está viva si respira abriéndose más allá de sí misma, y las familias que hacen esto pueden comunicar su mensaje de vida y de comunión, pueden dar consuelo y esperanza a las familias más heridas, y hacer crecer la Iglesia misma, que es familia de familias”, son estas historias las que necesitamos narrar para que las familias se promuevan como escuelas de perdón, tal como lo dice el sumo pontífice más adelante:

“La familia es, más que ningún otro, el lugar en el que, viviendo juntos la cotidianidad, se experimentan los límites propios y ajenos, los pequeños y grandes problemas de la convivencia, del ponerse de acuerdo. No existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva. Por eso, la familia en la que, con los propios límites y pecados, todos se quieren, se convierte en una escuela de perdón”.

De ahí el segundo llamado a los periodistas ¡Comunicar la familia! con sus dramas, luchas, dolores y especialmente con su esperanza y mirada fija en Cristo. La mayoría de programas radiales y  televisivos que tienen la función de entretener, se realizan con base en historias de infidelidad, mentira, traición, engaños y violencia familiar; es el caso de los top show y telenovelas, los cuales no educan ni a los padres, ni a los hijos que en su mayoría están solos, sin orientación,  recibiendo estos contenidos.

Tal como lo plantea el papa Francisco “Hoy, los medios de comunicación más modernos, que son irrenunciables sobre todo para los más jóvenes, pueden tanto obstaculizar como ayudar a la comunicación en la familia y entre familias”.

Para finalizar, el tercer llamado si unimos los dos anteriores comunicar la vida y comunicar la familia, sería ¡comunicar la esperanza!, una esperanza que tiene un rostro concreto “Jesucristo”, anunciar implícita y explícitamente su presencia que está presente entre nosotros y en la realidad que vivimos; ayudar a que otros le reconozcan en medio de las tristezas y alegrías, decepciones y triunfos, de la escasez y la abundancia.

Periodistas mensajeros de su reino, buscadores incansables de la verdad que es la esencia del periodismo y promotores de la reconciliación, la justicia y el amor.  

“El desafío que hoy se nos propone es, por tanto, volver a aprender a narrar, no simplemente a producir y consumir información. Esta es la dirección hacia la que nos empujan los potentes y valiosos medios de la comunicación contemporánea. La información es importante pero no basta, porque a menudo simplifica, contrapone las diferencias y las visiones distintas, invitando a ponerse de una u otra parte, en lugar de favorecer una visión de conjunto”. papa Francisco.

La familia, en conclusión, refiriéndose al compromiso de los medios de comunicación, nos dice el papa Francisco en el mensaje que escribió para la 49 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales:   

“No es un campo en el que se comunican opiniones, o un terreno en el que se combaten batallas ideológicas, sino un ambiente en el que se aprende a comunicar en la proximidad y un sujeto que comunica, una «comunidad comunicante». Una comunidad que sabe acompañar, festejar y fructificar. En este sentido, es posible restablecer una mirada capaz de reconocer que la familia sigue siendo un gran recurso, y no sólo un problema o una institución en crisis. Los medios de comunicación tienden en ocasiones a presentar la familia como si fuera un modelo abstracto que hay que defender o atacar, en lugar de una realidad concreta que se ha de vivir; o como si fuera una ideología de uno contra la de algún otro, en lugar del espacio donde todos aprendemos lo que significa comunicar en el amor recibido y entregado. Narrar significa más bien comprender que nuestras vidas están entrelazadas en una trama unitaria, que las voces son múltiples y que cada una es insustituible”. papa Francisco 

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http://elcatolicismo.com.co/es/noticias/2484-mensaje-del-papa-francisco-para-la-49-jornada-mundial-de-las-comunicaciones-sociales.html

http://elcatolicismo.com.co/es/noticias/3382-familia-comunidad-comunicante.html

 

 

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