Gracias por el chocolate, pero…
No es celebración, hablemos de conmemoración. Es que murieron calcinadas y asfixiadas. Fueron al menos ciento cuarenta y seis mujeres obreras de la confección,…
La cosa surge en plena revolución industrial y por supuesto como parte del auge del movimiento obrero, que exigía, no sólo la igualdad en cuanto a condiciones salariales con el varón, sino la igualdad democrática con el derecho al voto, a la educación y al trabajo en entidades públicas.
Luego, en 1908, ciento cuarenta y seis mujeres obreras de la fábrica textil Cotton, en Nueva York, murieron calcinadas a causa del incendio originado por las bombas que fueron lanzadas porque no quisieron abandonar su lugar de trabajo, en el cual protestaban por las condiciones injustas y los salarios bajos y discriminatorios.
A partir de este hecho se celebra casi universalmente el día Internacional de la Mujer (antes, de la mujer trabajadora).
A más de un siglo de estos trágicos hechos -y aunque muchas mujeres han podido estudiar y ejercer libremente la profesión escogida y que algunas han podido decidir sobre ser madres o esposas- la situación de la mujer sigue en el plano de la discriminación. Algunas causas expuestas son la maternidad, la concentración en algunos oficios o profesiones ‘típicas’ (secretarias, profesoras, enfermeras…), la dificultad para lograr ascensos (en igualdad de condiciones se prefiere ascender al varón), todo hace que la mujer se mantenga con salarios inferiores. En la Unión Europea (27 países), hacia donde solemos mirar, las mujeres ganan un 15% menos que los hombres, a pesar de que del total de egresados de la educación superior el 60 % son mujeres.
En Colombia la situación social de la mujer es aún más difícil y complicada, pues suele ser madre cabeza de familia, madre desplazada, madre trabajadora, madre sola, madre abandonada, madre abusada, madre violentada, hija prostituida, hija abandonada, hija reclutada, hija vendida al capo, al narco, al para…
En el primer gobierno, bueno, en el primer periodo del presidente Santos se sancionó una ley que tiene por objeto acabar con la discriminación salarial de la mujer colombiana, ya que las diferencias en este caso han llegado hasta un escandaloso 20%: “Acabo de sancionar la Ley a través de la cual se elimina la discriminación que hoy existe contra las mujeres en materia salarial. Los estudios nos indican que a igual trabajo en el país, el año pasado, las mujeres estaban ganando en promedio 20 por ciento menos, y eso lo vamos a eliminar de tajo […] Por eso me complace mucho, sobre todo como noticia positiva para las mujeres, que esa discriminación se elimina con esta Ley que acabo de sancionar. Le he dado instrucciones al Ministerio de Trabajo para que sea muy riguroso en la vigilancia y cumplimiento de esta Ley en contra de la discriminación salarial de las mujeres” (El Espectador, 28 de diciembre de 2011).
El general Santander debe estar muy contento… No sé si las mujeres, ya que a pesar de tanta ley, norma, decreto, jurisprudencia, etc. siempre ha visto poca ejecución, poca ‘voluntad política’ y, lo peor, de parte de las mismas mujeres, que prefieren hacerse ver por el uso de su siliconado cuerpo que por la férrea voluntad de su espíritu.
Para terminar, quedémonos con la única y verdadera referencia sobre la igual dignidad – creación en el mismo tiempo y espacio- entre los hombres y las mujeres: “Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó” (Gn 1,27).
Imágenes: Varias
Fuente Disminuir
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