Invitado especial
Nuestro día a día está marcado por la oración y el trabajo…
En el año de 1645 se fundó en Colombia el primer Monasterio de las hermanas de Santa Inés, pertenecientes a la Orden de Predicadores, los Dominicos.
Las Inesitas como se les llama cariñosamente cuentan con cuatro monasterios: Uno en Duitama, Sogamoso, Ocaña y este último que estuvo primero en el centro de Bogotá, luego fue trasladado a chapinero y desde hace tres años está funcionando en Tenjo, Cundinamarca, a una hora de la ciudad capital.
Cuarta sede Monasterio Santa Inés
El día 06 de octubre de 2013, se presentó a la comunidad la cuarta sede del Monasterio Santa Inés en el municipio de Madrid /Cundinamarca, en la población de Tenjo. La ceremonia de consagración y bendición fue presidida por monseñor Pedro Rubiano Sáenz y monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos .
Es un lugar rodeado de naturaleza, lleno de paz, sin ruido, de tranquilidad. La belleza de este monasterio tanto en su arquitectura como su naturaleza es apropiado para contemplar las maravillas del Creador. Allí, viven 14 monjas y una aspirante que está en proceso de discernimiento de su vocación.
Es un sitio ideal para retiros, meditación, reflexión y encuentro. Opera también el servicio de hospedería, celebración de la Sagrada Eucaristía el día domingo. Las puertas están siempre abiertas, su vida de contemplación no las limita para recibir al peregrino que allí llega. Además la capilla es puerta Santa en este año Jubilar.
Su día a día se basa netamente en la oración, ese es su apostolado. Así mismo, los trabajos manuales son su prioridad. Ellas bordan, hacen costuras especialmente para las celebraciones litúrgicas, elaboran vino de consagrar , hostias y toda variedad de artículos religiosos.
Para facilidad de las personas que desean adquirir algún articulo de los que ellas elaboran y no pueden desplazarse hasta Tenjo, está ubicado el almacén “Santa Inés”, en la Carrera 13 con 41, en chapinero. Atienden de lunes a sábado.
Vida de contemplación
La contemplación llega a ser la bienaventuranza de los puros de corazón (Mt 5, 8). El corazón puro es el espejo límpido de la interioridad de la persona, purificada y unificada en el amor, en cuyo interior se refleja la imagen de Dios que allí mora; es como un cristal terso, que iluminado por la luz de Dios emana su mismo esplendor.
Esta descripción se refleja en cada rostro de las inesitas, su sonrisa, humildad, calidez, ternura, suavidad en sus palabras y todas ellas en su integridad, hacen visible el rostro de Nuestro Señor. Son vivo ejemplo de misericordia, de amor, de empuje y por supuesto de disciplina.
“En el monasterio, todo se orienta a la búsqueda del rostro de Dios; todo tiende a lo esencial, porque es importante sólo lo que acerca a Él. El recogimiento monástico significa atención a la presencia de Dios: si uno se distrae en muchas cosas, se afloja el paso y se pierde de vista la meta” (JUAN PABLO II, Discurso a las Monjas de clausura, Loreto 1995).
Nuestra invitada especial es precisamente una hermana contemplativa del monasterio de Santa Inés en Tenjo, Sor María del Pilar del Espíritu Santo, quien lleva 25 años con esta comunidad y quien nos cuenta sobre esta opción de vida. Se siente plenamente feliz, en libertad y cumpliendo el llamado que algún día le hizo el Señor …
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