Invitado especial
Luchemos juntos contra el hambre
En Colombia existen 18 bancos de alimentos en diferentes ciudades, los primeros nacieron en Medellín y Cali; luego en el 2001, nació en Bogotá como Fundación…
Opera en la Calle 19a con Cra. 32-50 y está dirigido por el Padre Daiel Saldarriaga Molina, presbítero de la arquidiócesis de Bogotá. Se creó bajo el esquema empresarial similiar a los que se manejan en otras partes del mundo como en México, donde ya existen 72 bancos de alimentos que salvan productos, para mejorar las condiciones de la población vulnerable.
En Colombia, 1.5 millones de toneladas de frutas y verduras se desperdician en la post-cosecha, según estadístcas de la Food and Agriculture Organization-FAO. Y, en Bogotá según cifras del Distrito hay 1’940.000 personas sin seguridad alimentaria.
Salvar alimentos
Frente a esta cifras alarmantes de desperdicio de alimentos, el Banco de Alimentos hace intervención en zonas rurales recolectando productos que por algún motivo no se pueden negociar y logra que sean donados por los campesinos y los agricultores. Es el programa llamado Recuperación de Excedentes Agrícolas, en el cual se salvan estos alimentos, que están en condiciones óptimas y que contribuyen a mejorar las condiciones de vida de las familias necesitadas en la ciudad y en el campo.
Así mismo, se realiza una campaña para salvar alimentos en Corabastos, donde se cuenta con un equipo de trabajo que tiene la tarea de sensibilizar a los comerciantes para recoger productos que no se venden o no tienen salida fácil, pero que son aptos para el consumo humano. Diariamente se están recogiendo alrededor de 2 a 4 toneladas de estos alimentos que se destinan para los menos favorecidos de la ciudad.
Esta Fundación Arquidiocesana de Alimentos trabaja para que las cifras del hambre y del desperdicio disminuyan en Cundinamarca y el Distrito Capital, su razón de ser es mejorar la calidad de vida de quienes no tienen acceso a los alimentos, por este motivo se proyecta que en el año 2021 pueda contribuir a mejorar la seguridad alimentaria de 500.000 personas.
Para cumplir con este objetivo busca ser un puente entre los donantes y beneficiarios, pues con un proceso de recolección y selección distribuye de forma eficiente los alimentos, bienes y servicios, a través de organizaciones sociales de base y así realiza una entrega con responsabilidad y caridad, mejorando la calidad de vida de los beneficiarios.
No desperdiciar alimentos sino ayudar
Hay cálculos de que unas 1.300 millones de toneladas anuales de comida se pierden o acaban en la basura en todo el mundo. Mientras que en el caso de Colombia ese indicador llega a 10 millones de toneladas en el mismo período.
Justamente fue en este complejo escenario en el cual hace 16 años nació esta iniciativa que actualmente cuanta con la cooperación de 32 universidades vinculadas con 65 programas académicos. La ayuda de más de 1.200 universitarios y la vinculación de más de 5.553 voluntarios de todas las edades, profesiones y aportantes para esta causa en diferentes líneas.
Tambien, se trabaja de la mano con 1.041 organizaciones, son las que se encargan de llevar y entregar estos productos. Algunas de estas empresas o fundaciones también ayudan a la transformación, empaque o embalaje de muchos de estos alimentos y productos. “El hambre no tiene religión, la invitación es que todos podamos servir y ayudar. Luchemos juntos contra el hambre”, afirma el padre Daniel Saldarriaga.
El padre Daniel , arquidiocesano, cumplió 25 años de ordenación en el año 2014. Nació en el seno de una familia católica y piadosa; se define a sí mismo como “un ser humano, débil y frágil, que tiene muchas ganas de servir, que necesita de muchos para hacer obras”. Además se siente orgulloso y feliz de pertenecer a la arquidiócesis de Bogotá y de su labor como párroco en San Maximilano Kolbe.
A continuación entrevista completa con nuestro invitado especial:
Fuente Disminuir
Fuente