Hermanas Carmelitas Descalzas:"la vida contemplativa es como el corazón en el cuerpo, da vida..."

Este Carmelo fue iniciativa de la dama santafereña, Elvira de Padilla, que habiendo conocido los escritos de, Santa Teresa de Jesús, quiso fundar un Carmelo Descalzo en esta ciudad y, para ello, donó su casa, sus propiedades y fue la primera Carmelita Descalza del Nuevo Reino de Granada. Con ella ingresaron dos de sus hijas, dos sobrinas y otras jóvenes distinguidas de Santa Fe de Bogotá.

En 1863 la comunidad tuvo que salir en exilio por orden del General Tomás Cipriano de Mosquera y unas monjas se refugiaron en el Carmelo de La Habana, Cuba, mientras que otras, cruzando el Atlántico, fueron a Consuegra, España. En 1873 se restauró el monasterio con el regreso de algunas de ellas en el centro de la ciudad, hasta instalarse en 1931 en el barrio Chapinero en Bogotá  y finalmente en 1973 en Usaquén, donde residen actualmente. 

Vida contemplativa y de oración continua

Con una mentalidad abierta como la de Santa Teresa de Jesús, de Ávila, Madre Fundadora, quien recomendó a sus hijas e hijos estar siempre abiertos al cambio diciendo: "Ahora comenzamos, y procuren ir comenzando siempre de bien en mejor". La escritora, fundadora del Carmelo Teresiano, maestra de vida cristiana y de oración en el pueblo de Dios, fue la primera mujer proclamada Doctora de la Iglesia, por el Papa Pablo VI el 27 de septiembre de 1970.

Madre y fundadora del Carmelo, Santa Terecita de Jesús, es una de las figuras más apasionantes de la historia universal, sigue ejerciendo una extraordinaria influencia en el mundo a través de su doctrina y de sus monasterios. Emprendió la aventura de la reforma del Carmelo el 24 de Agosto de 1562 con la fundación del primer Monasterio de Carmelitas Descalzas, en Avila (España).

Los Carmelitas, conscientes de su pertenencia a la Iglesia y a la historia, viven en una fraternidad abierta a Dios y al hombre, capaces de escuchar y dar respuesta auténtica de vida evangélica en base a su propio carisma y se empeñan en la construcción del Reino de Dios dondequiera que se encuentren. Así la Carmelita Descalza se capacita para dar una respuesta coherente a su vocación contemplativa en el Siglo XXI.

Once monasterios alrededor del país

La Asociación Santa María del Monte Carmelo, de las Carmelitas Descalzas de Colombia, reúne a once Monasterios en nuestro país, dedicados exclusivamente a la vida contemplativa. Cada uno de estos monasterios, es un pequeño oasis donde se cultiva constantemente la oración litúrgica y personal, donde la vida fraterna constituye uno de los principales pilares, que, con la soledad y el silencio, sostienen la vida de oración constante por las necesidades de la Iglesia y de la humanidad en general.

La soledad y el silencio se equilibran con los momentos de oración litúrgica y los momentos de recración, la sencillez y el trabajo, con el estudio y la formación intelectual y espiritual, de cada una de ellas. Son muy alegres y disciplinadas. Su vida está impregnada de la presencia de Dios vivo. Participan continuamente de la oración de Cristo a través de la Eucaristía y la Liturgia de las Horas prolongándola a lo largo del día en las diferentes actividades comunitarias. Oran durante las 24 horas del día.

Virgen del Carmen y elaboración de escapularios

El amor pleno a la Virgen María como madre, hermana y amiga en el Carmelo, lo unen y consagran, al principal trabajo de la comunidad de las hermanas Carmelitas Descalzas: La confección de escapularios para fomentar la devoción y el amor a la Virgen María. San José, patrono del Monasterio, les enseña a realizar sus trabajos  en un ambiente de recogimiento, oración y silencio. Ellas bordan durante todo el año centenares de escapularios para proveer a cofradias, grupos, comunidades, parroquias, congregaciones y demás apostolados pertenecientes a la Iglesia Católica, quienes ayudan a propagar la advocación a la Virgen del Carmen y al uso del escapulario, como signo de protección de la amada Virgen María, para quien lo lleve consigo.

La oficina de Comunicaciones de la arquidiócesis de Bogotá, visitó la comunidad de las hermanas Carmelitas Descalzas, monasterio ubicado en  el barrio Usaquén al norte de  la ciudad, donde hermanas, pertenecientes al consejo, nos abrieron sus puertas y nos concedieron una entrevista para contarnos aún más sobre su vida contemplativa y entrega al Señor, a través de esta orden.

A continuación la entrevista completa: