Invitado especial
Colombia produjo una profunda impresión al papa Francisco: Cardenal Salazar
Son tantas las actividades, las visitas, los lugares, las personas con que se encuentra el Papa, que muchos se preguntan en realidad de todo ello qué queda en la memoria…
Pues en reciente visita que hicieron el cardenal Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá; monseñor Óscar Urbina, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia; y monseñor Fabio Suescún Mutis, obispo castrense de Colombia y coordinador de la visita papal; para agradecer al Santo Padre su presencia en el país, queda claro que, al menos Colombia, quedó para siempre en su corazón. De ello da testimonio el cardenal Salazar, en entrevista concedida a la Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones de Bogotá.
En el encuentro con el Santo Padre, cuenta el prelado, este mostró a los obispos colombianos una fotografía de su altar personal, en la cual aparece una gorra que le dio un soldado colombiano, junto a una imagen del Cristo de Bojayá y la oración que el mismo papa Francisco compuso. Y, además, el Papa entregó a monseñor Suescún, en su calidad de obispo castrense, una carta dirigida al soldado que le dio la gorra y que es un hombre con muchas huellas de la guerra en su cuerpo. El cardenal Salazar relata esta anécdota para hacer ver la especial sensibilidad del papa Francisco a las situaciones de dolor y sufrimiento de las personas. Igualmente, en la misa celebrada en el Parque Simón Bolívar y a la cual asistieron miles de enfermos, el Santo Padre se acercó a los que pudo para abrazarlos y bendecirlos. También entró en contacto por las noches con otros enfermos, niños incluidos, en la Nunciatura Apostólica. Es como si el Santo Padre hubiera querido asumir en su alma los infinitos dolores que hay en Colombia.
El cardenal Salazar siente que para el papa Francisco la visita fue en todo sentido muy intensa. Vio con absoluta claridad la magnífica respuesta de las personas. Y le causó una fuerte impresión, muy positiva, por cierto, la forma como la gente le presentaba los niños para abrazarlos y bendecirlos. Según el Cardenal, el Papa le confió que ese gesto solo lo ha visto en Colombia y Filipinas, no obstante haber realizado ya más de treinta viajes apostólicos. Pero el momento culmen de la visita para el Santo Padre, piensa el cardenal Salazar, fue el encuentro con las víctimas en Villavicencio, pues estuvo cargado de una fuerza espiritual y emocional a la que nadie podía sustraerse.
En cuanto al balance de la visita en Bogotá, el Cardenal afirma con voz entrecortada: “Estuve al borde de las lágrimas en todo momento”. Fue un acontecimiento extraordinario y que contó con una participación de muchísimos jóvenes, destaca el arzobispo de Bogotá. Y cree también que lo que se vio es el fruto de un trabajo constante de la Iglesia y no fue un acontecimiento movido solo por la curiosidad u otra razón ocasional. La Iglesia ha hecho el trabajo de invitar a las personas a abrir sus corazones a la acción de Dios y la visita demostró que eso está sucediendo, añade monseñor Salazar.
En la visita hecha al Sumo Pontífice para agradecer el haber visitado Colombia, el Papa invitó a la Iglesia a seguir luchando por la reconciliación, por la paz, por la defensa de la vida, por el cuidado de la creación.
Finalmente, el cardenal Salazar comentó que el papa emérito Benedicto XVI se encuentra bien en términos generales, aunque tiene una insuficiencia cardíaca y una debilidad generalizada que le dificulta el caminar, según lo que pudo hablar con el secretario y prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Gänswein.
Los invitamos a ver entrevista completa con el Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia- Presidente del CELAM, a continuación:
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