San Pedro Apóstol: una comunidad que resiste con fe y adoración

En el barrio San Felipe, al noroccidente de Bogotá, en medio del crecimiento comercial y la migración de residentes tradicionales, la parroquia San Pedro Apóstol sigue firme en su misión pastoral. Fundada en 1952, esta parroquia ha enfrentado cambios significativos en su entorno, convirtiéndose en una isla espiritual en medio del comercio de repuestos y talleres.
El padre Daniel Bustamante, actual párroco, explicó que la comunidad ha disminuido notablemente debido a la transformación del barrio: “Muchas personas se han marchado y es un reto muy grande mantener viva la parroquia con tan pocos habitantes”.
Adoración al Santísimo: el corazón renovado de la parroquia
A pesar de las dificultades, el padre Daniel ha impulsado con entusiasmo un proyecto de adoración al Santísimo Sacramento. “Desde que llegué, soñé con establecer la adoración perpetua”, relató. Actualmente, gracias al compromiso de algunos feligreses, se ha logrado realizar adoración de martes a viernes, durante todo el día, atrayendo incluso a personas de otros sectores de la ciudad.
“La adoración ha despertado algo hermoso en la comunidad. Hay una respuesta espiritual fuerte, aunque seamos pocos”, añadió el sacerdote.
Comunidad viva y grupos parroquiales que resisten
La parroquia, aunque pequeña, cuenta con varios grupos pastorales activos:
Un grupo juvenil comprometido con la formación, la visita a enfermos y la ayuda a los necesitados.
Un grupo de lectores y lectoras que acompañan la liturgia.
Un entrañable grupo de señoras tejedoras, mujeres mayores que han vivido toda su vida en el sector y mantienen viva la tradición parroquial.
Un grupo que se forma en doctrina católica y Sagrada Escritura.
“Estas personas sostienen con amor la parroquia. Son el alma de esta comunidad”, afirmó el padre Daniel.

Jubileo de la Esperanza: misericordia como camino de renovación
En el marco del Jubileo de la Esperanza 2025, convocado por el Papa Francisco, la parroquia ha centrado su reflexión en la misericordia de Dios. El párroco ha dedicado tiempo significativo a confesar y acompañar espiritualmente a los fieles, facilitando el acceso a las indulgencias jubilares y fomentando la vida sacramental.
“Les explico qué es el jubileo, cómo vivirlo y cómo acoger la esperanza de la vida eterna. Es un tiempo para creer que Dios siempre nos mira con misericordia”, aseguró.
Obras materiales y proyección pastoral
Con apoyo de la comunidad, se han iniciado mejoras en la casa cural y el templo parroquial, incluyendo la restauración de ornamentos litúrgicos, manteles del altar y vasos sagrados. También se planean futuras reformas en el presbiterio y el despacho parroquial.
“Tenemos muchos sueños y los estamos construyendo paso a paso, en unidad y oración”, expresó el sacerdote.

El nuevo Papa, una esperanza renovada
El padre Daniel también compartió su alegría por la reciente elección del Papa León XIV:
“Estoy convencido de que el Espíritu Santo lo asistirá. Este es un momento crucial para la Iglesia, y su liderazgo será vital para promover la unidad, la paz y el diálogo”.
San Pedro Apóstol se mantiene como un refugio espiritual en el corazón de una ciudad en transformación, donde la fe persevera, el Santísimo es adorado, y una comunidad fiel, aunque pequeña, se mantiene firme en el amor a Dios y al prójimo.
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