Parroquia Nuestra Señora del Buen Consejo: tradición viva al norte de Bogotá

En el corazón del norte de Bogotá, la Parroquia Nuestra Señora del Buen Consejo, ubicada en la localidad de Usaquén al norte de Bogotá, continúa atendiendo pastoralmente a las familias del sector, a pesar de los cambios urbanísticos y los retos sociales de los últimos años. Bajo la guía de monseñor Orlando Cruz, párroco desde hace tres años, la comunidad ha retomado su vida pastoral con fuerza, después del impacto que dejó la pandemia.
La historia de esta parroquia se remonta a 1985, cuando fue erigida por el entonces cardenal Mario Revollo Bravo, respondiendo a la necesidad de un centro de culto para el sector conocido en su momento como barrio Chicó Miranda. Hoy, la comunidad se extiende entre la calle 100 y la 113, y entre la carrera 7ª y la 15, habitada por aproximadamente 3.000 personas. Aunque el crecimiento urbanístico ha traído divisiones físicas, especialmente por las vías como la carrera 11 y la avenida 9ª, la parroquia sigue siendo un punto de encuentro espiritual.
Una comunidad en renovación
A su llegada, monseñor Cruz encontró una parroquia golpeada por la pandemia, con templos cerrados y muchos feligreses que se habían desplazado fuera de la ciudad. Sin embargo, con paciencia, cercanía y oración, ha logrado reactivar la vida parroquial. Hoy en día, la parroquia cuenta con diversos grupos y ministerios, entre los que destacan:
Caminantes de Emaús (hombres y mujeres)
Ministros extraordinarios de la comunión y lectores
Grupo de oración y adoración al Santísimo, con turnos de oración cada primer jueves del mes durante toda la noche
Grupo de adultos mayores, que confeccionan tejidos para compartir en Navidad con comunidades necesitadas del sur de Bogotá
Grupo de formación bíblica y doctrinal
Catequesis sacramental con un grupo comprometido de cuatro catequistas
Eucaristía dominical en un centro comercial cercano, que ha fortalecido la presencia pastoral con las familias del sector
Además, se han adelantado importantes obras materiales como la restauración completa de la casa cural, el cambio de cubierta y pintura del templo parroquial, y actualmente se trabaja en la reparación de las bancas y el presbiterio, todo con el apoyo y generosidad de la comunidad.

El Jubileo de la Esperanza: un impulso espiritual
La parroquia ha vivido con entusiasmo el inicio del Jubileo de la Esperanza 2025, promovido por el Papa Francisco. Durante la Cuaresma y la Semana Santa, se realizaron encuentros, catequesis y celebraciones que ayudaron a renovar el sentido de la esperanza en los fieles. “Este tiempo ha sido una oportunidad para reencontrarnos con la fe y con el otro, con los valores del Evangelio que tanta falta hacen”, afirmó monseñor Cruz.
Un nuevo Papa, una nueva esperanza
Finalmente, el monseñor Orlando compartió su emoción por la elección del Papa León XIV, resaltando el impacto positivo que ha tenido su llegada tanto dentro como fuera de la Iglesia. “Fue una gran sorpresa y un gozo saber que Dios nos regala un pastor cercano, que viene de una realidad muy humana y comprometida. Hay una gran esperanza no solo entre los católicos, sino incluso entre mandatarios del mundo entero”, dijo.
La Parroquia Nuestra Señora del Buen Consejo, desde su historia sencilla y su comunidad perseverante, refleja hoy el espíritu de una Iglesia viva, que camina con su gente y que no se detiene ante los desafíos.
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