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XVI domingo del tiempo ordinario: Desde la compasión por el pueblo, Jesús anuncia el Reino

18 de julio de 2021
Iglesia

En el evangelio de la misa del domingo pasado leíamos cómo Jesús daba instrucciones a los Doce para la misión, ellos fueron enviados para realizar la misma misión de Jesús, hoy tenemos a los apóstoles de vuelta de la misión. De la misma manera como Jesús busca un lugar apartado después de haber atendido a las necesidades de las personas, (véase Marcos 1, 35) también a los discípulos les propone tomar distancia de las actividades buscando un tiempo de respiro.

El evangelio de la misa de hoy (Marcos 6, 30-34) tiene dos partes, en la primera se narra el regreso de los misioneros, después de cumplir el trabajo para el que fueron enviados; en la segunda leemos una breve descripción de la situación del pueblo, que Marcos propone como el contexto para la revelación de Jesús como el auténtico pastor de Israel.

Adentrándonos en la primera parte, notamos que el texto de hace ocho días decía que los ‘Doce’ fueron convocados, enviados y revestidos de poder sobre los espíritus malignos; en el episodio que leemos hoy, al regreso del trabajo misionero, Marcos los llama ‘apóstoles’. Los apóstoles, al reunirse de nuevo con Jesús le refieren todo lo que hicieron y enseñaron. Seguramente muchas historias de conversión y también varias preguntas.

Jesús le propone al grupo cambiar de escenario, tomar distancia de las actividades, esto servirá para cultivar la interioridad de los discípulos. El libro del Génesis, en el primer relato de la creación, nos cuenta que después de seis días de trabajo, «el día séptimo, al terminar Dios su obra, descansó de todo lo que había hecho» (Génesis 2, 2). Tenemos, entonces que el grupo del Maestro y sus apóstoles se sumerge en el ciclo de la naturaleza que establece tiempos de actividad y tiempos de descanso.

En la propuesta de Jesús, este tiempo de solaz después de la actividad no es algo vacío, por el contrario, es ocasión para airear el espíritu. Este cambio de escenario que Jesús propone sirve para marcar distancia respecto del trabajo y de esta forma tomar conciencia de la obra de Dios. El cambio de actividad es necesario para que el discípulo se complemente con otros aspectos de la vida humana diferentes al trabajo evangelizador que llega a absorber la vida entera, «porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer».

En la segunda parte del evangelio de hoy, tenemos lo que aparentemente pudo haber significado la frustración del plan original: «muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron», de modo que al desembarcar Jesús y sus discípulos de nuevo se encuentran con la multitud. El breve distanciamiento ha servido para que Jesús note la situación de una multitud que «andaba como ovejas que no tienen pastor».

Ahora los discípulos tendrán ocasión de aprender otra lección. Ante la situación calamitosa del pueblo, Jesús siente compasión. La situación del pueblo es de orfandad, aunque hay sacerdotes y rabinos, aunque están el rey y las autoridades, Israel está abandonado y huérfano.

Entonces resuena la denuncia del profeta Jeremías que escuchamos en la primera lectura (Jeremías 23, 1-6) y el anuncio de un pastor según el corazón de Dios. En esta segunda parte del evangelio de hoy Jesús aparece revelando el amor de Dios por su pueblo cuando desde la compasión empieza a enseñarle muchas cosas.

En el evangelio según san Marcos en varias ocasiones se habla de la enseñanza o de la predicación de Jesús, pero solo al inicio se explicita el contenido de su predicación: «se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Conviértanse y crean en el Evangelio”.» (Marcos 1, 14b-15).

La situación desamparada en la que está el pueblo mueve a Jesús a anunciar el Evangelio; visto desde esta perspectiva, el Reino no es teoría, no es adoctrinamiento; es la respuesta desde el amor entrañable que Dios siente por la humanidad.

En el relato de Marcos, Jesús responde a la situación de orfandad del pueblo con una amplia enseñanza, a continuación de esta enseñanza se presenta el banquete del pan repartido en abundancia, el leccionario de la misa nos propone en este punto la lectura del capítulo seis del evangelio según San Juan, que narra precisamente el don del pan que da la verdadera vida.

Fuente:
Padre Tadeo Albarracín
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