¿Por qué leer ‘sobre el amor hacia los pobres’?

La primera exhortación Apostólica del papa León XIV Dilexi te (“Te he amado”) sobre el amor hacia los pobres. El texto, concebido originalmente por su predecesor, el papa Francisco, desarrolla una reflexión teológica y pastoral sobre la pobreza como lugar privilegiado del encuentro con Cristo.
Dilexi te hace suya la conocida expresión del papa Francisco: ¡Cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres! La exhortación insiste en que la atención a los pobres no es una opción secundaria ni una obra social, sino parte esencial de la identidad de la Iglesia. “Existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres”, afirma León XIV.

En la exhortación también se resalta que durante la historia de la Iglesia ha habido comunidades religiosas tanto masculinas como femeninas que han ayudado de manera generosa a los más necesitados, a la atención a los enfermos, prisioneros y marginados; lo mismo que muchos santos lo hicieron como: San Lorenzo, San Juan de Dios, San Basilio, San Benito, San Bernardo de Claraval, la madre Teresa de Calcuta; de la comunidad de las Misioneras de la Caridad, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, la comunidad de los Camilos, los Franciscanos, ACN Ayuda a la Iglesia que Sufre, Caritas, y muchos más.
Opción preferencial de Dios por los pobres
El papa León XIV nos recuerda, además, que Jesús se identifica de forma única con los más pequeños y afirma que “en los pobres, el Señor tiene todavía algo que decirnos”. Esta opción preferencial, hacia los pobres, no significa exclusión de otros, sino que expresa el modo en que Dios se acerca a toda la humanidad desde la fragilidad y la necesidad. Por esto también la pobreza de Cristo, su nacimiento humilde, su vida itinerante y su muerte en la cruz tienen un valor inalcanzable y un ejemplo para todos, constituyéndose en un modelo para la vida cristiana.
Para ayudar a tener un mejor acercamiento a la lectura de esta exhortación, El Catolicismo, entrevistó al padre Euclides Eslava; médico; teólogo; doctor en filosofía; director de la Maestría en Teología de la Universidad de La Sabana; miembro del comité promotor del centenario del nacimiento de Joseph Ratzinger – Benedicto XVI; y director del Ratzinger Research Center. También, autor de los libros “La filosofía de Ratzinger”, “El Hijo de María” y “La esperanza de la gloria”, entre otros.
De una forma pedagógica, el sacerdote, reflexionó sobre algunos apartes textuales seleccionados de la Exhortación Apostólica, como:
1-“Ningún gesto de afecto, ni siquiera el más pequeño, será olvidado, especialmente si está dirigido a quien vive en el dolor, en la soledad, o en la necesidad” …
2-“En efecto existen muchas formas de pobreza: aquella de los que no tienen medios de sustento material; la pobreza del que está marginado socialmente y no tiene instrumentos para dar voz a su dignidad y a sus capacidades; la pobreza moral y espiritual; la pobreza cultural, la del que se encuentra en una condición de debilidad o fragilidad personal o social; la pobreza del que no tiene derechos, ni espacio, ni libertad”.
3-“No debemos bajar la guardia respecto a la pobreza. Nos preocupan particularmente las graves condiciones en las que se encuentran muchísimas personas a causa de la falta de comida y de agua. Cada día mueren miles de personas por causas vinculadas a la desnutrición”.
4-“Obviamente entre los pobres hay también quien no quiere trabajar, quizás porque sus antepasados, que han trabajado toda la vida, han muerto pobres. Pero hay muchos hombres y mujeres que de todas maneras trabajan desde la mañana hasta la noche a veces recogiendo cartones o haciendo otras actividades de este tipo, aunque este esfuerzo solo le sirva para sobrevivir, y nunca para mejorar verdaderamente su vida.”
5-“El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres… todo el camino de nuestra redención está signado a los pobres”.
6-“Los indigentes y enfermos, incapaces de procurarse lo necesario para vivir, se encontraban muchas veces obligados a la mendicidad. A esto se añadía el peso de la vergüenza social, alimentado por la convicción de que la enfermedad y la pobreza estuvieran vinculadas a algún pecado personal. Jesús se opuso con firmeza a ese modo de pensar, afirmando que Dios: “hace salir el sol sobre malos y buenos y caer la lluvia sobre justos e injustos”.
7-“No cabe duda de que la centralidad de Dios en la doctrina de Jesús está unida a otro elemento igualmente esencial: No se puede amar a Dios sin extender el propio amor a los pobres”.
8-“¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dicen: “¿Vayan en paz, caliéntense y coman”, y no les dan lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: sino va acompañada de las obras, está completamente muerta” …
9-“Tres días después de su elección, mi predecesor expresó a los representantes de los medios de comunicación su deseo de que la Iglesia mostrara más claramente su cuidado y atención hacia los pobres: ¡Ah…cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!
10-“A menudo adornas con muchas vestiduras variadas y doradas un cadáver insensible, que ya no percibe el honor. Sin embargo, desprecias a aquel que siente dolor, que está desgarrado, torturado, atormentado por el hambre y el frío, y te preocupa más la vanagloria que el temor de Dios”…
La caridad va más allá de la justicia
Finalmente, el padre Euclides, invitó a acudir a las personas más necesitadas, y “esto no es una cuestión social sino espiritual, es un camino de santificación, porque amar a los pobres es amar a Jesucristo, es hacer oración con obras de caridad.” "La actitud permanente de amor a los pobres nace de hacer oración y tener ese encuentro en el Sagrario con Él, para poder amar en el hermano vivo pobre y necesitado. Es importante leerla despacio y reflexionar poco a poco, Dilexi te nos ayudará mucho y nos hará mejores personas” concluyó.
A continuación, análisis y respuestas del padre Euclides Eslava Gómez, sobre los apartes señalados en este artículo para entender, profundizar y reflexionar al leer esta primera Exhortación Apostólica del papa León XIV Dilexi te:
Fuente Disminuir
Fuente



