¿Eres tú el que ha de venir o…?

Juan el Bautista está en la cárcel por haber criticado a Herodes; se siente angustiado porque sus discípulos no se convierten, mientras crecen los conflictos con los jefes. Hasta la prisión le llegan noticias sobre las obras de Jesús, y envía a dos de sus discípulos para que le pregunten si Él es el Mesías, si Él es el que ha de venir, o tienen que esperar a otro.

¿Quién es Jesús? Una pregunta decisiva en aquellos tiempos, pero también en el hoy de corrupción, confusión e incertidumbre que estamos viviendo los colombianos.

Jesús no responde directamente a la pregunta de los enviados, sino que los remite a sus obras, a lo que Él está haciendo con el pueblo, en las aldeas de Galilea: curar sus heridas, limpiar a los leprosos, aliviar sufrimientos, anunciar la Buena Nueva a los pobres. Lo hace porque su misión es curar, sanar, liberar, dar vida.  

Es precisamente lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Nueva.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             

Pero como ellos esperan un Mesías poderoso, y no están de acuerdo con su estilo de vida, Jesús añade: Y dichoso el que no se escandalice de mí.

Luego, Jesús hace una declaración sobre Juan: Él es un profeta, y más que un profeta; es el precursor del Mesías, es Elías, el que tenía que venir a prepararle el camino. 

Y para nosotros ¿quién es Jesús?...  ¿A quién decimos seguir, a quién decimos imitar, a quién decimos anunciar? ¿En quién decimos poner toda nuestra confianza? La gente de nuestros días, ¿cómo ve a la Iglesia de Jesús? ¿Qué ve en nosotros sacerdotes, elegidos y enviados por Jesús a hacer lo mismo que Él hizo?

Jesús se sabe, Jesús se siente enviado por un padre misericordioso, un padre compasivo, que quiere un mundo más humano. Por eso pide a todos: sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. 

Esta afirmación de Jesús resume la teología de la ternura de Dios, de un Dios que cura, que sana, que da vida. Teología que encontramos en el Nuevo Testamento, teología que debemos desarrollar, enseñar y predicar; de la cual todos debemos dar testimonio con mayor razón en una nación como la nuestra en la cual en vez de conciencia de humanidad hay un vergonzoso desprecio por la vida humana.

Padre Carlos Marín G.