En el aniversario de la fundación de Bogotá la Iglesia habla de su presencia en la ciudad
Los obispos de las diócesis que conforman el territorio de la Bogotá metropolitana se pronuncian sobre la acción evangelizadora de la Iglesia a través de su historia
Los obispos de las diócesis urbanas de Bogotá, en cabeza del señor cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y con la presencia de monseñor Daniel Caro Borda obispo de Soacha y monseñor Francisco Nieto de la diócesis de Engativá estuvieron en una rueda de prensa para compartir algunas de las actividades pastorales de la Iglesia en la ciudad de Bogotá.
El Señor Cardenal recordó la conformación de las diócesis urbanas que conforman la ciudad, pues en el territorio de Bogotá habitan cuatro diócesis: Bogotá, Soacha, Fontibón y Engativá, cada una con su Obispo, sus diferentes acciones pastorales, necesidades y parroquias.
Hizo memoria de cómo desde el hecho mismo de la fundación de la ciudad la Iglesia ha estado presente en la construcción de una ciudad más justa y humana a través de los diferentes programas sociales como la atención a los migrantes, los huérfanos, los enfermos y los hambrientos, que reciben ayudas por medio del Famig, y el Banco Arquidiocesano de Alimentos, por ejemplo.
También de cómo se ha ido forjando ciudadanía en las aulas de los colegios y universidades de comunidades religiosas y de la Arquidiócesis, hoy en día con la Fundación Universitaria Monserrate dirigida por la arquidiócesis Bogotana.
Monseñor Daniel Caro, obispo de Soacha, hizo memoria de la última división de la Arquidiócesis que data del año 2003, en el que fue nombrado como obispo de esta porción de la ciudad. Recalcó que los problemas de Soacha, Bosa y Sibaté no son únicamente las migraciones forzadas, hoy se centra en la superpoblación, pues en cuatro años se ha duplicado su población y esto genera diversos problemas como la falta de servicios públicos, escuelas, hospitales y colegios. Dijo que Soacha “tiene hambre” y la Iglesia hace presencia permanente y convive con la gente y sus problemas. Destacó la presencia de la comunidad jesuita en la educación, las hermanas escalabrinianas en el acompañamiento a los enfermos y ancianos y los grupos de laicos que visitan a los enfermos y llevan la sagrada Comunión.
Monseñor Francisco Nieto, de la diócesis de Engativá, hizo mención especial a su antecesor, monseñor Héctor Gutiérrez. Monseñor Nieto lleva 11 días al frente de esta diócesis. Él, en compañía de más de 100 sacerdotes y 180 religiosas pretenden transformar y dar sentido pleno a la vida. Llevar atención a los más vulnerables de esta porción de ciudad, a los ancianos, los niños y los más pobres construyendo la ciudad de la misericordia y una ciudadanía con sentido de pertenencia.
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