Parroquia Santa María la Antigua: una comunidad con raíces profundas y espíritu de esperanza

Ubicada en el barrio El Cedro (carrera 7 con calle 150), esta comunidad parroquial celebra su décimo aniversario con una misión clara: ser una parroquia eucarística, mariana y comprometida con el servicio a los más necesitados.
Aunque fue instituida como parroquia en 2015, la historia de Santa María la Antigua se remonta a muchos años atrás, cuando en el terreno existía una antigua capilla doctrinera llamada Nuestra Señora del Campo y del Cedro, que dio nombre al barrio. “Esta parroquia fue construida en 1982, pero solo hace 10 años fue erigida oficialmente como parroquia”, explica el padre Silverio Suárez, actual párroco.
Desde entonces, solo ha tenido tres párrocos: el padre Alejandro Velázquez, el padre Gonzalo Arias y, desde hace año y medio, el padre Silverio.

Un territorio pequeño con una gran población
Aunque su territorio parroquial es reducido, Santa María la Antigua atiende una población aproximada de 250 mil personas, repartidas principalmente en conjuntos residenciales ubicados entre la calle 153 y la carrera 7B, hasta los límites con La Calera.
El padre Silverio destaca: “Es una comunidad muy espiritual, profundamente mariana y muy eucarística. Tenemos celebraciones entre semana y fines de semana con buena asistencia, además de muchos bautizos y matrimonios”.

Grupos parroquiales y espiritualidad activa
La parroquia cuenta con una vibrante vida pastoral. Entre los grupos activos se encuentran:
Legión de María (dos grupos)
Emaús (hombres y mujeres)
Milicia de la Virgen María
Talleres de Oración y Vida
Grupos del Rosario
Cursos bíblicos y evangelización
Amor Conyugal (proceso formativo sobre las catequesis de San Juan Pablo II)
“Esta última experiencia ha sido muy bonita y transformadora para muchas parejas”, resalta el párroco.
Compromiso con la caridad: pan compartido y callejeando la fe
La dimensión social es un pilar en la parroquia. “Cada primer jueves de mes realizamos el Pan Compartido, que beneficia a 100 familias con mercados entregados por la comunidad”, cuenta el padre Silverio.
Además, una vez al mes, en festivos, se realiza la jornada “Callejeando la Fe”, donde voluntarios cocinan y reparten almuerzo a más de 200 habitantes de calle. “Es una experiencia de fe que transforma también a quienes sirven”, afirma.
De la pastoral castrense al corazón de una parroquia
El padre Silverio proviene del obispado castrense y trabajó por más de 30 años como capellán de la Policía Nacional. “Nunca había tenido experiencia directa en una parroquia arquidiocesana. Pero como dijo el cardenal Luis José, uno se enamora de la parroquia. Y así ha sido”, expresa emocionado.

Un mensaje de esperanza para este año jubilar
Al finalizar, el padre Silverio deja un mensaje para toda la comunidad:
“Este Año Jubilar 2025 es un tiempo de gracia para fortalecer la fe, vivir con esperanza y acompañar a nuestra Iglesia. Oremos por Colombia, por nuestra Arquidiócesis, por el cardenal Luis José Rueda y por todos nuestros obispos. Caminemos juntos con Jesús Eucaristía y María, nuestra Madre”.
La parroquia Santa María la Antigua continúa siendo, después de diez años, un signo de fe viva, esperanza comunitaria y caridad en acción.
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