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Historias de vida

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22 de febrero de 2019

En pasado 11 de febrero falleció el padre Luis Eduardo Córdoba Torres, tenía 82 años y más de 50 años de ministerio presbiteral, toda una vida al servicio de Dios.

El padre Luis Eduardo Córdoba Torres, nació en la ciudad de Bogotá el 26 de junio de 1936. Realizó sus estudios de secundaria en la Escuela Nacional de Comercio entre los años 1954 y 1956. Hacia 1958, mientras estudiaba contaduría, empezó a trabajar para Rafael Carvajal, dueño de una empresa urbanizadora. Allí hacía la contabilidad de una urbanización que se construía al suroriente de Bogotá.

Luego de un tiempo de trabajo, Luis se dio cuenta de la gran importancia de destinar zonas como parques, escuelas, hospitales para el desarrollo de la comunidad. De esta manera, y aprovechando la amistad que había formado con su jefe, le planteó su inquietud y lo argumentó indicando que no sólo había que pensar en dinero. Al señor Carvajal no le gustó el comentario y fueron varios los desacuerdos que tuvieron, así que optó por renunciar en diciembre de 1959.

Luego de terminar su carrera en 1960, toma la decisión de irse al Seminario Nacional de Cristo ubicado en la Ceja, Antioquia, y en 1965 fue ordenado presbítero por el arzobispo Rubén Isaza Restrepo, el 22 de agosto de 1965 e incardinado en la arquidiócesis de Bogotá.

Sus primeros tres años de ministerio los vivió como vicario parroquial y en noviembre de 1968 fue nombrado párroco en San Judas Tadeo, en el barrio Marco Fidel Suárez.

Al llegar a la parroquia, el padre Córdoba encontró un ambiente complejo debido a que la mayoría de personas que habitaban la zona eran desplazadas por la violencia bipartidista de aquella época, así que lo primero que hizo fue acercarse a la comunidad. Tenía la idea de cambiar la mentalidad de los habitantes del sector y eliminar esa desconfianza que sentían, buscando el desarrollo del barrio.

Poco a poco consiguió el apoyo de los vecinos y tenía las herramientas necesarias para hacer realidad aquello que había intentado diez años atrás en el sector cuando trabajaba para el señor Carvajal.

En 1970, el padre Luis, al ver un terreno en el costado sur del templo que aún no había sido construido, pensó en el colegio que tanto le hacía falta al sector, y se dio a la tarea, con los vecinos, de trabajarlo y cercarlo. Pero luego de empezar la obra fue demandado por la familia Pardo Morales dueños del terreno.

Por esta razón fue capturado en el centro de Bogotá y trasladado a una celda en el palacio de San Carlos. Indignado por esta situación el padre les dijo “¡Señores! Si ustedes no se la saben yo se las voy a enseñar, un niño, cuando no quiere jugar más dice tachoremacho eso en derecho se llama Habeas Corpus… ¡o me llaman al juez o me tienen que dejar libre! O si no, pongo una denuncia por abuso de autoridad”.

Le pidió a un militar que pasaba cerca que llamara a Álvaro Leyva Durán, secretario del Presidente de la República y quien era su amigo. De esta manera, lo sacó de ese lugar. Luego el padre Luis solicitó una cita con el presidente Misael Pastrana Borrero, le contó la historia y aunque el Presidente le comentó que invadir los terrenos estaba mal hecho, le ofreció su total apoyo. 

A petición del Presidente, los terrenos fueron comprados por el Distrito, y se le dieron al padre cinco millones de pesos de indemnización, con los que inició la construcción de le Escuela León de Greiff. El padre Luis Córdoba había logrado su cometido de unir a los vecinos para trabajar por el bienestar general de la comunidad.

Fueron 30 años de trabajo incansable por el bien y desarrollo del sector, lo cual se vio reflejado en el abastecimiento de agua, alcantarillado y energía eléctrica los cuales fueron gestionados por él y la junta de acción comunal. Además, encabezó un frente de seguridad para librar a la zona de la delincuencia común, integrando formalmente el Frente de Seguridad Local con el apoyo de la Policía Nacional.

En 1998 el padre Luis Eduardo Córdoba Torres fue trasladado a la parroquia Santa Mariana de Jesús de la localidad de Engativá. Debido a que

el 6 de agosto de 2003 fue erigida la diócesis de Engativá, los sacerdotes que estaban ejerciendo alguna labor pastoral dentro de la jurisdicción, fueron incardinados a la Diócesis automáticamente, es decir el padre Córdoba continuó sus labores en la diócesis de Engativá.

Su última parroquia fue la Catedral San Juan Bautista de la Estrada, allí estuvo desde el año 2004 al 2012. cuando cumplió la edad para ser emérito. Durante sus últimos años se retiró a Fusagasugá y allí continuó sirviendo desde su ministerio hasta el día de su muerte el pasado 11 de febrero.

Para sus amigos, como el padre Edwin Vanegas, actual rector del Seminario Conciliar de Bogotá, quien vivió en el barrio Marco Fidel Suárez y lo conoció desde que tenía diez años, el padre Córdoba fue un hombre con una visión enorme “Con su manera de vivir y ver las cosas el padre Luis, no solamente sacó adelante la construcción de un Iglesia, sino que también incidió en la construcción del centro de salud, de los colegios del sector, incluso hasta el tema de seguridad. Tenía una visión enorme, porque pensaba que la parroquia no solo era el lugar de culto, sino que debía ser un sitio donde se iluminaba el desarrollo de la vida de la comunidad”.

El padre Luis Eduardo Córdoba, se convirtió en un modelo sacerdotal a seguir para muchos de los actuales presbíteros, que actualmente realizan su labor pastoral y lo consideran como su mentor.

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