Historias de vida
Un constructor del Evangelio: la huella viva del padre Hernán Cimadevilla
Con profunda gratitud y esperanza, la comunidad arquidiocesana despidió al padre Hernán Cimadevilla y Madrigal, sacerdote que dedicó más de cinco décadas al servicio de la Iglesia, y cuyo legado espiritual, pastoral y humano marcó profundamente la vida de la Arquidiócesis de Bogotá.
La Eucaristía exequial, celebrada el 5 de octubre en el templo Cristo Rey, fue presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, quien durante su homilía destacó la vida entregada del padre Hernán como un testimonio luminoso de fe y servicio.
“El padre Hernán optó por el ministerio sacerdotal, una elección que solo puede comprenderse desde la fe. Confiado en Dios, dijo "sí" desde su juventud y entregó su vida entera al servicio del Evangelio”, expresó el cardenal.

El arzobispo recordó que conoció al padre Cimadevilla a través del testimonio de otros sacerdotes y fieles, quienes hablaban de él con sincero afecto:
“Antes de ver su rostro, ya lo conocía por la huella que había dejado. Me hablaron de un pastor cercano, fraterno con sus hermanos presbíteros, alguien siempre presente para los demás”.
Durante la ceremonia, se recordó su papel como constructor de fe y comunidad. El cardenal Rueda subrayó que el templo Cristo Rey, es también una muestra visible de su entrega y visión pastoral:
“Esta obra será siempre un testimonio elocuente de su legado, un signo que permanecerá para recordarnos su vida entregada y su amor incondicional por la Iglesia.”
Un sacerdote constructor de esperanza
El padre Hernán Cimadevilla lideró una de las etapas más significativas de transformación pastoral y física de la parroquia Cristo Rey, donde impulsó la construcción del actual templo, la nueva casa cural, las salas de velación y los cenizarios.
Su gestión pastoral integró a toda la comunidad, fortaleciendo la fe y el sentido de pertenencia. Su visión fue siempre la de una Iglesia cercana, viva y abierta al encuentro.

Una vida entregada al servicio de Dios
Nacido en Bogotá el 20 de agosto de 1940, el padre Hernán fue ordenado presbítero el 29 de noviembre de 1969 por monseñor Aníbal Muñoz Duque, en servicio de la Arquidiócesis de Bogotá.
Desempeñó su ministerio en diversas parroquias y cargos arquidiocesanos, entre ellos:
Párroco del Buen Pastor, San José de Calasanz, San Juan de Ávila y Cristo Rey.
Asesor Arquidiocesano del Movimiento Familiar Cristiano.
Miembro del Consejo Presbiteral.
Asesor espiritual de la Fundación Colegio Celia Duque Jaramillo.
Durante su vida pastoral, fue reconocido por su cercanía con las familias, su amor por la liturgia y su pasión por la construcción comunitaria.
El padre Hernán Cimadevilla partió a la Casa del Padre el 4 de octubre de 2025, dejando tras de sí una huella imborrable en la Iglesia de Bogotá. Su vida fue testimonio del amor de Cristo, vivida con fidelidad, alegría y entrega.
El padre Hernán fue un constructor de fe, esperanza y comunidad. Un pastor que soñó con una Iglesia viva y la hizo posible con su trabajo y su ejemplo.

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