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Historias de vida

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9 de marzo de 2018

Fue el lema que durante muchos años distinguió al presbítero arquidiocesano, debido a que su preocupación fundamental era hacer de la parroquia una verdadera comunidad y…

 

El padre Hernando González Antolínez nació en Pamplona (Norte de Santander) el 12 de septiembre de 1928, del hogar conformado por Marcelino González y Ana Paula Antolínez. Realizó estudios secundarios en el Seminario Menor de Pamplona (1941-1946). Filosofía en la Universidad Gregoriana de Roma (1947-1950) y terminó teología en la Universidad de Innsbruck, Austria (1950-1954).

Fue ordenado presbítero el 4 de abril de 1954, por monseñor Paulus Rusch, administrador apostólico de Innsbruck (Austria), para el servicio de la arquidiócesis de Nueva Pamplona. Aunque su trabajo pastoral lo ejercía hace varios años en parroquias de Bogotá, fue hasta el 9 de agosto de 2001 incardinado en la arquidiócesis de Bogotá.

 

Siempre estuvo comprometido con su ministerio

 Entre sus diversos oficios desempeñados a lo largo de su vida se destacan:

 

  • Director del Departamento Doctrinal del SPEC (1971)
  • Capellán del Colegio el Pilar del sur (1972)
  • Asesor Arquidiocesano del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (1975)
  • Capellán en el Colegio Santa Clara (1986),
  • Párroco en San Tarsicio y Capellán del Colegio Pureza de María (1990)
  • Arcipreste del Arciprestazgo No. 7.4. (1999)
  • Vicario Parroquial en San Cipriano (2005).

 Desde el año 2005 se encontraba como sacerdote emérito y el pasado 7 de marzo de 2018  falleció por causas natuales en Bogotá.  

Los fieles de la parroquia de San Tarsicio,  lo recuerdan como un sacerdote lleno de entusiasmo y generosidad, entregado totalmente a su ministerio y a la comunidad, formando una gran familia.

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