Historias de vida
Fallece el padre Silvio Herrera A.A., un legado de amor y servicio a la comunidad
El pasado 20 de marzo de 2024, falleció del el padre Silvio Herrera A.A., un hombre cuya vida estuvo marcada por el amor y el servicio desinteresado a Dios y a los demás. Con 88 años de edad, 66 años de vida religiosa y 61 años de sacerdocio, su partida deja un vacío profundo en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y ser guiados por su sabiduría y ejemplo.
Nacido el 19 de junio de 1935 en Santa Rosa de Cabal (Caldas), el padre Silvio creció en un ambiente familiar marcado por la fe y el compromiso con los demás. Tras completar sus estudios humanísticos en el Instituto Nacional Francisco José de Caldas, donde obtuvo el título de bachiller en 1955, ingresó a la facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Sin embargo, fue durante este período que sintió el llamado de Dios de una manera profunda, llevándolo a descubrir su vocación al sacerdocio.
El 17 de febrero de 1963, fue ordenado sacerdote en Bogotá por monseñor Emilio De Brigard, convirtiéndose así en el primer sacerdote de la comunidad Asuncionista en Colombia. Desde ese momento, dedicó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia, dejando un legado imborrable en cada comunidad que tuvo el privilegio de servir.
El padre Silvio fue un hombre de profunda fe y compromiso con la juventud. Además de su labor pastoral en parroquias y colegios, se destacó por fundar el Departamento de la Juventud de la Conferencia Episcopal de Colombia, donde realizó un trabajo pionero en la pastoral juvenil en todo el país. Su dedicación y entrega a la formación de las nuevas generaciones dejaron una huella imborrable en la historia de la Iglesia en Colombia.
Pero su labor no se limitó al ámbito pastoral. El padre Silvio también dedicó gran parte de su vida al campo educativo, siendo un defensor incansable de la enseñanza religiosa escolar y la presencia de la Iglesia en la educación básica en los colegios del Estado. Su compromiso con la educación y la formación integral de los jóvenes lo llevó a ocupar importantes cargos en el Ministerio de Educación y en la Confederación Nacional Católica de Educación.
Además de su labor educativa, el padre Silvio se destacó por su trabajo en la pastoral de la salud, acompañando a los enfermos en sus momentos de sufrimiento y consolando a las familias en sus horas más oscuras. Su cercanía y compasión fueron un bálsamo para aquellos que atravesaban por situaciones difíciles, y su presencia reconfortante dejó una marca indeleble en la vida de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.
A pesar de su partida, el legado del Padre Silvio perdurará en la memoria de todos aquellos que tuvieron el honor de compartir su camino. Su ejemplo de entrega, amor y dedicación al prójimo seguirá iluminando el camino de quienes continúan la labor pastoral y educativa en la Iglesia. La comunidad Asuncionista, la arquidiócesis de Bogotá y la Iglesia en Colombia se unen en gratitud por los 60 años de servicio sacerdotal del Padre Silvio Herrera. Que descanse en paz.
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