Historias de vida
El padre Mario Fernando Hormaza Echeverri, C.J.M., nació en la ciudad de Cali, hace 76 años, ha entregado su vida pastoral a la formación de sacerdotes. Fue uno de los…
Con gran amabilidad y calidez el padre Mario Hormaza nos recibió en el Seminario Valamaría, de la Congregación de Jesús y María en Bogotá, donde reside actualmente. Allí nos contó parte de su vida sacerdotal y cómo se siente después de 50 años de haber sido ordenado como presbítero.
El padre Hormaza nació en, como él la describe, “la capital de una comarca que nació de la sonrisa de Dios sobre la tierra” Cali (Valle), el 30 de mayo de 1942. Creció en un ambiente católico. Por eso, gracias a la influencia de sus padres optó por el sacerdocio. Tuvo una educación normal, en el colegio de los hermanos maristas en Cali. Allí fue conociendo el servicio sacerdotal a través de los capellanes que eran eudistas. Después ingresó al Seminario Mayor de Cali, el cual era dirigido por eudistas, en ese lugar realizó sus estudios secundarios. Entonces empezó a apreciar la dimensión de formador de sacerdotes que ellos tenían, por esta razón decidió ingresar como seminarista a la Congregación de Jesús y María.
Realizó sus estudios de filosofía (1961-1963) y teología (1965-1968) en el Seminario Valmaría de los padres Eudistas en Bogotá. Y fue ordenado presbítero en la Catedral de Cali el 6 de julio de 1968, por su gran amigo monseñor Alberto Uribe Urdaneta, para el servicio de la Congregación de Jesús y María – Padres Eudistas.
Adicionalmente, realizó una especialización en teología con énfasis en Moral (1971), en el Instituto Católico de París y licenciatura en teología moral (1972-1974), en la Pontificia Academia Alfonsiana, de Universidad Lateranense de Roma.
A lo largo de sus 50 años de vida pastoral, ha servido en la mayoría de tiempo como formador de “buenos obreros del evangelio”, bien sea sacerdotes o laicos. Fue director de seminarios en Pasto, Cali, Barranquilla, Santa Rosa de Osos, Tegucigalpa (Honduras) y Valmaría. También, fue párroco en Santa Mónica (Cali), en Puerto Salgar, Santa Bárbara de Usaquén y adscrito en la parroquia de Cristo Rey en Bogotá.
Fundador y primer rector de la Corporación Universitaria Minuto de Dios
En 1988 inicia una etapa que marcaría la vida del padre Hormaza, y es la fundación de la Corporación Universitaria Minuto de Dios. El padre Rafael García Hereros, cuando decidió poner en marcha su proyecto de universidad, el cual hacía parte de todo su proyecto educativo, solicitó a la congregación y al padre Hormaza asumir el proyecto de la universidad. De esta manera, fue nombrado como primer rector de la universidad, donde estuvo por ocho años liderando el proyecto educativo y trabajó en las bases administrativas, financieras y administrativas de la Institución.
“Se logró la estructuración de acuerdo con la mentalidad y la filosofía, que se tenía, que fuera una universidad de alta calidad y al alcance de aquellos que no podían ingresar a otra institución, fuera por cuestión económica o personal”. Indicó el padre Hormaza.
Además, fundó el Centro de Formación para la Nueva Evangelización y Catequesis (CEFNEC), organismo adscrito a la Corporación Universitaria Minuto de Dios, liderado por ésta, con el apoyo de la Congregación de Jesús y María. El cual, como lo explica el padre Hormaza, fue creado en respuesta a la solicitud hecha por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, con el fin de capacitar a los agentes de pastoral de la Iglesia, para que éstos puedan establecer diálogo permanente con la sociedad actual y responder a los desafíos que ésta plantea a la Iglesia.
Después de 50 años de servicio como formador, regresó al lugar donde inició toda su vida pastoral. Actualmente reside en el Seminario de Valmaría donde se encuentra encargado de la estructuración del archivo histórico de la provincia y como colaborador en la formación de los seminaristas. Agradece al Señor por todos estos años que ha podido servirle en su acción pastoral, “doy gracias al Señor por acompañarme en la acción pastoral durante estos años, y por poder vivir lo que significa ser una comunidad, pero no solamente a nivel eudista de vida apostólica, sino comunidad como pueblo de Dios, porque en las parroquias y en la universidad no había podido hacer nada sin el apoyo de los laicos. Por eso, esa función sacerdotal debe ayudar a construir una comunidad. El liderazgo y pastoreo es estar con los demás para llegar a cumplir el objetivo de la Iglesia, el cual es evangelizar”.
A continuación, la entrevista del padre Mario Hormaza Echeverri, C.J.M:
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