El Papa en la boca del lobo

Es como meterse a la boca del lobo. El Papa quien habla tan coloquialmente, dijo al ser preguntado por el peligro de la visita a África, que él tenía un grave defecto que consistía en una alta dosis de inconsciencia. En efecto es muy riesgosa esta visita, dada las altas manifestaciones de violencia del terrorismo islámico, en especial a donde se produzcan encuentros masivos y más aun con propósitos religiosos cristianos.

El Papa para los terroristas es un bocado de oro y si no es él la víctima, por todas las medidas de seguridad que tendrá en Bangui capital de la república centroafricana, antiguo Congo y excolonia francesa, que son como nueve mil hombres armados, 1500 policías, 900 militares franceses, más los hombres de los otros países que visita. Esta amenaza no solamente es del Isis estado islámico, es también de al qaeda, de al mirabitun que traduce el centinela, de boko haram otro grupo yihadista nigeriano sumamente sangriento y otros más que se suman a la nómina del terrorismo islámico. El papa es sin lugar a dudas un blanco estratégico para generar reacciones, pues una de las tácticas de la guerra asimétrica es lograr acciones que conmuevan al mundo, que generen reacción, para alcanzar una desestabilización política con enfrentamientos entre  cristianos y musulmanes, como en las antiguas cruzadas.

Los terroristas saben que las fuerzas occidentales responden con guerra convencional, es decir con tropas, invasiones, bombardeos y tomas, entonces esto puede hacer que las naciones islámicas a través del "dar al islam" que traduce las tierras islámicas, reaccionen activamente frente a los invasores infieles y ahí se conformen en grupos oficiales,  mientras los terroristas continúan sus acciones.

Bueno, esto es un análisis hipotético que podría suceder, en caso que el terrorismo actúe en contra del santo padre o su visita, pues se trata de una figura de alta influencia política mundial que mueve el sentimiento del mundo occidental. Hay precauciones, el cuerpo diplomático de Kenia por lo pronto ha sugerido a los embajadores de los países católicos,  abstenerse de ir a las misas campales multitudinarias o reuniones masivas durante la visita papal, más bien  los invitan a actos privados con el papa, como prevención a cualquier situación que se llegara a presentar. Los católicos debemos orar y pedir protección a los santos ángeles para el santo padre y su comitiva,  como para todo el pueblo africano que lo reciba, estén protegidos de todo peligro.