Cerca de 1500 jóvenes participaron en el Jubileo de la Juventud 2025 en Bogotá

 

La Arquidiócesis de Bogotá, a través de la Vicaría de Evangelización, celebró con gran alegría el Jubileo de la Juventud 2025, los días 23 y 24 de agosto en la parroquia San Juan Bosco, al norte de la ciudad.

Con el lema “Y acampó entre nosotros”, cerca de 1500 jóvenes provenientes de diferentes ciudades de Colombia,  parroquias de Bogotá y municipios aledaños se reunieron para vivir una experiencia de fe, misión y fraternidad que incluyó oración, formación, música, arte y campamento.

Una jornada de encuentro y misión

El encuentro inició el sábado 23 con desde muy temprano con la acogida de los jóvenes y la presentación del grupo Tierra Fértil. Posteriormente, la compañía “Los peregrinos de la Alegría” presentó la obra La esperanza es lo último que se pierde, dando paso a un espacio de talleres formativos y experiencias juveniles.

En la tarde, los asistentes participaron de la eucaristía presidida por el señor cardenal Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá. Luego, los jóvenes disfrutaron de la música de artistas invitados como DJ Alejandro Viloria, La Tribu, Estación Cero y Tere Larraín. La jornada concluyó con una vigilia juvenil animada por el grupo Un Solo Corazón, en un ambiente de adoración, música y oración.

Durante toda la jornada, los jóvenes también tuvieron acceso a espacios de confesiones y momentos de adoración al Santísimo, que estuvo expuesto en el como signo de encuentro profundo con Cristo.

Juventud que camina con María

El domingo 24 de agosto, la jornada inició con un momento mariano acompañado del grupo Sin Medida, seguido por la presentación de Proyecto Vibe y un conversatorio con testimonios juveniles.

El Jubileo culminó con la eucaristía , presidida por monseñor Edwin Vanegas obispo auxiliar de Bogotá, en la que los jóvenes fueron enviados como discípulos misioneros, llamados a llevar la esperanza de Cristo a sus comunidades.

Una experiencia transformadora

Este Jubileo se vivió como una verdadera fiesta de fe y comunión juvenil, en la que los participantes reafirmaron su compromiso de caminar juntos como Iglesia y sembrar esperanza en medio de los desafíos actuales.