Invitado especial
Misericordia día a día
Aprobada bajo el decreto 1339, por el cardenal Rubén Salazar Gómez, prepara la fiesta de la Divina Misericordia, tanto en Bogotá como en diferentes ciudades de Colombia, para el próximo domingo de pascua.
Casa de la Misericordia, es una asociación de fieles que se forman a través de la Palabra de Dios, de la oración diaria, del rezo del Santo Rosario, del rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia, pero que también, evangelizan con sus obras, con su misión, con su donación de tiempo y trabajo para el servicio de los demás.
En la capital del paìs se encuentran en tres sedes; en el municipio de Chía- Cundinamarca, en el barrio Tímiza y al norte de la ciudad.También, en ciudades como: Bucaramanga, Medellín, Cali, Boyacá, Cúcuta e Ibagué, lo mismo que a nivel internacional en países como; Brasil, Panamá, Costa Rica, Ecuador y Estados Unidos.
En Bogotá, el trabajo lo realizan con la parroquia de la arquidiocesis de Bogotá, San Pedro Apostol, donde se unen en labores de evangelización y experiencias misioneras.
Misericordia Divina que abarca todas las obras de Dios
Durante el jubileo del año 2000 san Juan Pablo II estableció que en toda la Iglesia el domingo que sigue a la Pascua, (Segundo Domingo de Pascua) se denominara Domingo de la Divina Misericordia como Solemnidad litúrgica.
Esta decisión correspondía al pedido hecho por el Señor Jesús a santa Faustina el 22 de febrero de 1931, en Płock, Polonia: “Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia (….) el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia” (Diario, 49).
El mismo Señor le explicó a santa Faustina el motivo por el cual pidió la Fiesta: “Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi Misericordia. Si no adoran Mi misericordia morirán para siempre”(Diario, 965).
La finalidad de la fiesta es honrar el más grande atributo de Dios y animar a la Humanidad a aprovecharse de su efusión sobre esta pobre tierra.
La fiesta no es solamente un día de adoración especial de Dios en Su misterio de la misericordia, sino también un día en que Dios perdona y colma de gracias a todas las personas; como el mismo Señor dice a santa Faustina, “quien se acerque ese día a la Fuente de Vida, recibirá el perdón total de las culpas y de las penas.” (Diario, 300) y añade “Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre aquellas almas que se acercan al manantial de Mi misericordia; (….) que ningún alma tenga miedo de acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata….” (Diario, 699)
Como celebrar esta fiesta de la Divina Misericordia
La forma de celebrar la Fiesta está descrita en el Diario escrito por Santa Faustina:
Consiste básicamente en la veneración litúrgica de la Imagen (Cfr. Diario, 49, 88), y recibir dignamente la Santa Comunión: “El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas... Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata... La humanidad no conocerá paz hasta que no se dirija a la Fuente de Mi misericordia.” (Diario, 699). El culto de este día ha de ser acompañado de la caridad en obras de misericordia (Diario, 742)
Las gracias prometidas:
Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre aquellas almas que se acercan al manantial de Mi misericordia; (Diario 699).
Jesús desea ardientemente que la festividad de la Misericordia de Dios sea para todos los hombres, sobre todo para los pecadores, un remedio especialmente eficaz, incomparablemente eficaz, a ninguna otra forma de Devoción a la Misericordia de Dios:
“Di a las almas que les doy Mi misericordia como defensa, lucho por ellas Yo solo y soporto la justa ira de Mi padre.., esta Fiesta ha brotado de las entrañas de Mi misericordia para el consuelo del mundo entero” (Diario, 1517)
“Refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de la penas.. Que ningún alma tenga miedo de acercarse a Mi, aunque sus pecados sean como escarlata. La humanidad no conocerá la paz hasta que no se dirija a la fuente de Mi misericordia” (Diario, 699)
En tres oportunidades el Señor ofrece una gracia extraordinaria: el perdón. Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi Misericordia. (Diario 1109).
Y añade la promesa de la remisión total de las culpas y de las penas: “Quien se acerque ese día a la Fuente de Vida – dijo Cristo – recibirá el perdón total de las culpas y de las penas”(Diario, 300).
El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de la penas. (Diario, 699)
San Juan Pablo II, además de decretar la Fiesta de la Divina Misericordia el segundo Domingo de Pascua, concedió la gracia de la Indulgencia Plenaria a quienes reciban la Sagrada Eucaristía, recen por las intenciones del Papa, y hagan, en cualquier iglesia u oratorio, un acto de devoción en honor de la Divina Misericordia, como participar en la Santa Misa o visitar al Santísimo Sacramento (expuesto o reservado en el Sagrario), recitando una invocación a la Divina Misericordia, como: "Jesús, en Ti confío" (Juan Pablo II, Homilía en la canonización de Faustina Kowalska, Domingo 30 de abril de 2000, n. 4, y Decreto "Misericors et miserator' de la Congregación para el culto divino y la disciplina de los Sacramentos, 5 de mayo 2000).
La misericordia hay que contemplarla
El Señor lo exige de manera contundente: “Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte…
De este modo el alma alaba y adora Mi misericordia. Sí, el primer domingo después de Pascua es la Fiesta de la Misericordia, pero también debe estar presente la acción y pido se rinda culto a Mi Misericordia con la solemne celebración de esta Fiesta y con el culto a la imagen que ha sido pintada. A través de esta imagen concederé muchas gracias a las almas; ella ha de recordar a los hombres las exigencias de Mi Misericordia, porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil.” (cfr. Diario 742)
Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá Mi misericordia en el día del juicio. (Diario 1317)
Prepararnos a la Fiesta de la Misericordia es reconocer que «los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón» [Conc. Vaticano II.. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 1].
Nuestro invitado especial es Miguel Salvador Fernández Ospina, nacido en Fundación Magdalena, con 40 años de edad, Coordinador Nacional de la Casa de la Misericordia, teólogo, misionero, y quien hace más de 14 años camina con esta asociación de fieles. Entrevista a continuación:
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