Invitado especial
Gastar la vida sirviendo a los demás
Con los habitantes y la comunidad de la localidad de Usme, al sur- oriente de la ciudad. El arzobispo nació el 03 de marzo de 1962 en San Gil (Santander).
Y, allí en las periferías de Bogotá, en medio de seres humanos con realidades de pobreza, abandono, dolor y violencia, agradeció a Dios el Don de la vida, pero también el de su vocación, porque llegó al año 33 de su ordenación sacerdotal.
“Son 33 años caminando, aprendiendo, sufriendo, equivocándome y dejándome levantar por la Misericordia de Dios. Es una historia de Salvación que no se puede vivir sin mi familia, los sacerdotes, religiosas, comunidades y las personas en sus diferentes estados de vida, que me rodean. Poco a poco, paso a paso, pero nunca estoy solo, estoy con Dios y con la Iglesia”. Afirma el arzobispo con una sonrisa en su rostro.
El sacerdocio se vive en la cercanía
Celebró su cumpleños sintiéndose en familia, con los más necesitados y se encontró con ellos en una mañana del sábado 04 de marzo de 2023, en una loma donde está ubicada una parroquia de la arquidiócesis de Bogotá; la del “Señor del Monte de Galilea”. Hasta allí llego el señor arzobispo junto al párroco, el padre Juan Carlos Matiz Matiz y el director del Banco de alimentos, el padre Daniel Saldarriaga.
Llevaron el mensaje de Dios,de amor, a través del pan de la Palabra. Celebraron la Sagrada Eucaristía. También, repartieron mercados y hubo un compartir. El barrio se llama “El Bosque” y muy cerca está “Tocaimita”, esta es una zona de invación donde no hay servicios pùblicos y está poblada en su mayoría por indigenas que han venido desde diferentes zonas del país, por desplazados por la violencia, migrantes, y afrodecendientes, entre otros.
Para los habitantes de esta localidad, que salieron al encuentro del arzobispo, ese sábado 04 de marzo, frio y con lluvía, se convirtió en una mañana diferente, donde fueron reconocidos, escuchados, valorados. Y, lo más importante, estrecharon la mano y fueron bendecidos por este pastor de la Iglesia Católica que les transmitió vida y esperanza.
“Celebré mi cumpleaños como quería, con los sencillos, con los más pobres. Con personas que viven en situaciones infrahumanas, pero que tienen resiliencia, que tienen fe y que tienen capacidad de sobreponerse a todas las dificultades, que son capaces de amar en medio de estas circunstancias…por eso me siento muy feliz. Enfatiza monseñor Luis José.
Vengan y vean
¡Caminar simpre con Cristo Jesús para dar sentido a la vida y gastar los años sirviendo a los demás! Es el mensaje del señor arzobispo, del evangelio hecho vida, porque así lo demuestra en cada catequesis, en cada homilía, en cada encuentro con pobres, con ricos, con profesionales y los que no lo son, él es un verdadero pastor que guía y da ejemplo al rebaño que le fue confiado por Dios.
“Cuando yo miro los 61 años, miro hacía tras y pienso: Si yo hubiera sido mejor en mi forma de vivir y de trabajar, seguramente tendría más que ofrecerle al Creador. Y, me arrodillo ante el Señor todos los días y le digo: Aquí está el pecador pero con las manos dispuestas a servir, dispuesto a entregarlo todo por y para el Señor”. Concluyó el arzobispo.
A continuación entrevista completa con monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, es nuestro invitado especial:
Fuente Disminuir
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