Teólogos latinoamericanos analizan renovación de iglesias locales
Convocados por el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), analizan las implicaciones que la convocatoria a la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos tendrá sobre las iglesias particulares.
La jornada, que inició el 24 de junio, finalizará el próximo jueves 27 de junio. Dentro de los temas abordados se encuentran: el proceso sinodal internacional, asamblea sinodal, asamblea eclesial, camino sinodal alemán, consejos pastorales, ministerios, nombramiento de obispos, rito amazónico.
Rafael Luciani, del equipo de asesores teológicos del Celam, explicó que el tema del actual proceso sinodal “es la sinodalidad”, por ende, “ha abierto una nueva etapa en la vida de la Iglesia, particularmente, porque profundiza la eclesiología del Pueblo de Dios, del Concilio Vaticano II, e invita a una renovación de las iglesias locales”.
A su turno, el especialista venezolano – también consultor del Sínodo 2021-2024 – comentó que a través del Celam “estamos llevando a cabo tres proyectos de investigación sobre algunos ámbitos de incidencia de la sinodalidad en las o Iglesias locales”.
“Nuestro aporte no es sólo teológico, sino también práctico y pastoral, con propuestas que animen a los sujetos y las comunidades eclesiales en cada lugar a lograr, cada vez más, una sinodalización de toda la Iglesia”, detalló.
Implementar la sinodalidad
20 teólogos, canonistas y pastoralistas de América Latina, Europa y América del Norte han atendido el llamado del Celam y pondrán el foco en tres aspectos centrales: (a) los consejos pastorales diocesanos; (b) la renovación de la teología del ministerio apostólico; (c) y los procedimientos para la selección y nombramiento de obispos.
En relación con el primer aspecto – apuntó Luciani – , el consejo pastoral diocesano “es una nueva institución creada por el Concilio (Christus Dominus 27) que no tiene precedentes en la historia de la Iglesia”.
De hecho, la Comisión Teológica Internacional lo refiere como “estructura permanente más propicia para la implementación de la sinodalidad en la iglesia particular” (CTI, Sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia 81)”.
“A la luz de esto, nos hemos propuesto revisar las experiencias existentes a nivel continental y global, así como actualizar el debate teológico con el fin de concretar propuestas, incluso jurídicas, que hagan justicia a la conciencia eclesial actual y respondan a lo pedido en el proceso sinodal en curso”, añadió.
Elección de obispos
Sobre el segundo aspecto, es la selección y el nombramiento de obispos, que “constituye un asunto clave en la vida de las iglesias locales. La antigua práctica de participación local en el nombramiento de obispos, testimoniada en los siglos II y III, estuvo fundada en aquello que, posteriormente, se caracterizó como el sensus fidelium”.
Recordó que en la Iglesia del primer milenio “la designación de nuevos obispos no fue propuesta como un asunto específico del obispo de Roma, a diferencia de lo que luego harán los Códigos de Derecho Canónico de 1917 y 1983”.
Considera que desde entonces “el oscurecimiento de la dimensión sinodal y la concentración progresiva en el primado romano condicionaron la participación de los obispos diocesanos y de las iglesias locales en los procesos de discernimiento y elección de nuevos obispos”.
En este sentido, el proyecto propone revisar algunos modos y procesos de elección que “supongan una participación amplia y activa de la comunidad local, de modo que, la decisión del obispo de Roma, pueda expresar una teología de la comunión sinodal y colegial en sus distintos niveles”.
Cambios significativos
Finalmente se quiere contribuir a la renovación de la teología del ministerio apostólico, es decir, “nos preguntamos qué reforma del ministerio es necesaria para una Iglesia sinodal”.
“No habrá una reforma en clave sinodal auténtica e integral en la vida de la Iglesia si no se realiza una renovación de la identidad y el ejercicio del ministerio apostólico a la luz de la centralidad de la eclesiología de las Iglesias locales como criterio fundamental para interpretar la identidad, relaciones y dinámicas comunicativas entre todos los sujetos eclesiales”, sostuvo.
En definitiva, los teólogos y teólogas analizarán “algunos nudos temáticos significativos que han logrado producir cambios significativos en la identidad y el ejercicio del ministerio apostólico”.
“Especialmente nos basaremos en los datos aportados por el Nuevo Testamento, la Tradición, el Magisterio y la Teología”, apuntó.
Todo ello implica situar al ministerio apostólico en el contexto de las instituciones que lo forman y en las que ejerce su servicio, como seminarios y parroquias, y los modelos pastorales que de ahí derivan para su vivencia.
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