Conformada red IA de América Latina para el Desarrollo Humano Integral
20 de octubre de 2025
Bajo el lema “Digital Rerum Novarum, una Inteligencia Artificial para la paz, la justicia social y el desarrollo humano integral”, la Pontificia Academia de Ciencias Sociales convocó la semana anterior, en la Cassina Pio IV del Vaticano, a 50 expertos mundiales de múltiples disciplinas, para promover un intercambio de experiencias orientado a promover un empleo responsable, ético y humanista de la tecnología más disruptiva de nuestro tiempo.
También, se conformó una Red IA de América Latina para el Desarrollo Humano Integral, que tendrá como propósito integrar la aplicación de esta nueva tecnología teniendo en cuenta “el grito de los pobres” y el impulso de políticas productivas integrales, bajo la inspiración de una ecología integral.
Esta red reúne a las instituciones y expertos participantes en el encuentro, bajo los auspicios de PASS, entre ellos: la Universidad de Massachusetts, la Universidad de Notre Dame, el Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Buenos Aires, la Fundación Getulio Vargas, el AI Civic Lab de Northeastern University; la Confederación de Laboratorios de IA en Europa; el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo; la Fundación Alana; el Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile; el Banco de Desarrollo de América Latina; y el Instituto de Florencia de la Universidad Europea.
La Red celebrará encuentros periódicos con el propósito de intercambiar conocimiento, mejores prácticas, analizar obstáculos de implementación y promover una amplia participación de las instituciones de la región, para cumplir con el postulado de que “las máquinas más innovadoras estén al servicio de las personas, y no de modo inverso”.
Encuentro de perspectivas y acciones conjuntas
El seminario armonizó perspectivas tanto académicas como prácticas, combinando la investigación teórica con el análisis de casos concretos.
Se subrayó la importancia de detener la carrera armamentista en torno de la IA para la guerra, en línea con los llamados del Papa sobre el impulso de la “audacia del desarme”. Se destacó, además, la necesidad de armonizar las múltiples iniciativas de regulación de la IA, en un marco global común que sea obligatorio y tenga consecuencias en caso de incumplimiento, bajo la supervisión de una institucionalidad adecuada para los tiempos digitales.
Aseguraron que es la hora de pensar “fuera de la caja opaca de los algoritmos” y dentro de los desafíos sociales de nuestro tiempo, para escuchar mejor a los sectores más vulnerables, ocupó un lugar esencial en las discusiones.
La armonía ambiental con el desarrollo de los data centres que consumen grandes montos de energía, la infraestructura física para la expansión de la IA compatible con un nuevo modelo de desarrollo industrial y la necesidad de cooperación regional en los países más postergados también fue subrayada especialmente.
El futuro del trabajo se analizó desde una dimensión integral, bajo el concepto de la justicia social tecnológica, que requiere un pacto entre trabajadores, empresarios, comunidad científica y el Estado, para distribuir ex ante los potenciales beneficios de la aplicación de la IA en el mundo privado y público. Bajo esta perspectiva, se analizaron propuestas de ingreso básico universal, capital básico universal, y como reforzar cadenas globales de valor que tengan en cuanta la adecuada distribución de los avances tecnológicos como un bien público global:
Datos que respeten la privacidad y reflejen la diversidad cultural y geográfica y social, capacidad de computación, conectividad, electricidad, ciberseguridad, mitigación de riesgos y habilidades de trabajo adecuadas, fueron otros de los elementos claves analizados.
Fue subrayada la necesidad de superar la concentración monopólica en el mercado de la IA, y por consecuencia la importancia de tener transparencia e innovación institucional. Desde esta dimensión, también se mencionó la relevancia que se piensen con creatividad nuevos modelos de negocios, que establezcan los adecuados incentivos
Se requiere una IA que sea parte de una política industrial innovadora, que esté a la altura de los tiempos de innovación, con la capacidad de tener un plan de desarrollo que contemple la dimensión del trabajo humano como mecanismo central de integración social.
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Imagen de presentación del seminario «Digital Rerum Novarum», organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales los días 16 y 17 de octubre en la Casina Pio IV del Vaticano.
Una IA que respete derechos humanos básicos también supone innovación, se aseguró durante la jornada, pues involucra una generación de “neuro-derechos” que tengan en cuenta los peligros de la interacción de la mente y el cerebro humano con herramientas tecnológicas invasivas.
En todos los casos, en línea con pronunciamientos científicos recientes, se destacó la importancia que las personas siempre tengan la última palabra al momento de definir decisiones básicas en el empleo de las tecnologías de IA.
El Seminario, que contó con la colaboración de la Universidad de Notre Dame, fue inaugurado por el Cardenal Peter Turkson, canciller de PASS, quien reseñó el trabajo que la institución que lidera viene realizando en esta materia en las últimas décadas, y por la hermana Helen Alford, presidente de PASS, quien enfatizó la relación esencial que la IA tiene con el concepto de paz y desarrollo. También coordinó el panel que discutió sobre el futuro del trabajo Monseñor Paul Tighe, secretario del Dicasterio de Cultura y Educación.
Gustavo Beliz y Paolo Carozza, miembros de PASS, enfatizaron también en la inauguración del Seminario la necesidad de promover un diálogo multidisciplinario, que supere el paradigma tecnocrático, y la importancia de impulsar medidas proactivas para una integración positiva, cooperativa e integrativa de la IA para el desarrollo humano integral.
Entre los expertos que dijeron presente en PASS se contaron, entre otros: David Autor, del MIT; Jaron Lanier (principal investigador de Microsoft); Daniel Innerarity, de la Universidad de Europa; Nathan Gardels del Berggruen Institute; Carme Artigas, Jimena Viveros y Vanina Martínez de la Comisión de Alto Nivel de ONU sobre IA; Molly Kinder, de Brookings Institute; Tongdong Bai, de Fudan University de China; Jeffrey Sachs, de Columbia University; Luis Moreno Ocampo y Nestor Caticha de la Universidad de San Pablo; Markus Brunnermeier de Princeton University; Delfina Belli de The Future Society; Rebeka Finlay, del Partnership for Artificial Intelligence; Paul Nemitz, del College de Europa; y Gregory Reichberg del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo; Mateo Balero del Centro de Supercomputacion de Barcelona; y James Williams, del Oxford Internet Institute; y Nitesh Chawla de la Universidad de Notre Dame.