Comprometidos con la formación inicial de los seminaristas

El señor cardenal Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá quien es el primer formador responsable de nuestros sacerdotes, nombró un equipo para apoyar la formación inicial en el seminario.  Este equipo está conformado por:

• Desde  diciembre de 2018 es nombrado rector del Seminario Conciliar de Bogotá el padre Edwin Raúl Vanegas Cuervo, quien fue ordenado presbítero el 04 de diciembre de 1996 por el señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz, para el servicio de la arquidiócesis de Bogotá

• Padre José Edilberto Palacios Corzo, ordenado presbítero el 19 de diciembre de 1996 por el señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz y desde mayo del 2012 es formador del Seminario Conciliar de Bogotá. 

• Padre  Mauricio Andrés Fontalvo Florián, quien fue ordenado presbítero el 28 de noviembre de 2009 por el señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz y desde mayo de 2012 es formador del Seminario.

• Padre Germán Humberto Barbosa Mora, ordenado presbítero el 2 de diciembre del 2000 por el señor cardenal Pedro Rubiano Sáenz, originalmente para el servicio de la arquidiócesis de Bogotá, sin embargo a los dos años de ministerio fungía como párroco en la zona pastoral de la Sagrada Eucaristía que se convirtió en la diócesis de Engativá, a la cual presta sus servicios pastorales actualmente. Desde enero de 2017 es Formador del Seminario Conciliar de Bogotá.

• Monseñor Alejandro Díaz, presbítero de la arquidiócesis de Bogotá, quien acaba de integrarse al equipo de formadores

Ese es el equipo el equipo actual que esta de tiempo completo dedicado a la formación sacerdotal inicial para seminaristas no solamente de la arquidiócesis de Bogotá, sino también, para la diócesis de Engativá y de Facatativá. 

Las etapas de la formación inicial son, explica el padre Vanegas, las siguientes:

• El año propedéutico: que es el año introductorio que se realiza pues con una dinámica una pedagogía particular muy propia para lo que significa el inicio de la formación

• La etapa disculpar, que corresponde al ciclo filosófico. Son dos años en los cuales se adelantan estudios filosóficos en la base, pero también un año llamado de inserción qué es una experiencia que tienen los seminaristas en las parroquias para perfeccionar sobre todo la decisión vocacional.

• La etapa configurativa, que corresponde al ciclo teológico. Son cuatro años en los cuales ya se profundiza pues en el tema teológico y en la configuración propiamente dicha con el ministerio sacerdotal.

Explica el padre Vanegas que al final de esos cuatro años los seminaristas viven un año que se llama de síntesis vocacional “En una mayoría de los casos si el proceso ha venido regular, coincide con el año ya del diaconado y luego de ese año ya podríamos estar pensando en la ordenación presbiteral, donde ya los jóvenes se incorporan a la vida total del presbiterio”.

Para finalizar, el padre Vanegas recalca del proceso y el camino que recorre el seminarista “Lo importante es saber que cada uno de los seminaristas van marcando su proceso, no solamente académico sino un proceso integral, por eso se observa toda la madurez de la vida en las cuatro dimensiones para poder así tener una respuesta más adecuada a la vocación sacerdotal