La tarea de formar familias

Más de 50 matrimonios se fueron de fin de semana. Dejaron sus hijos a buen resguardo, empacaron maletas y… se fueron a la casa de Ejercicios Cristo Rey, al norte de Bogotá, para entrar en el tercer retiro de formación de agentes de pastoral familiar.

La mayoría ya lleva trabajando tres años bajo la dirección de monseñor Nelson Ortiz, quien ha dejado el alma en la preparación de estos matrimonios y en la preparación al matrimonio. Monseñor Ortiz, que es doctorado en la Teología del Matrimonio y la Familia, del Pontificio Instituto para la Familia Juan Pablo II, ha desarrollado un programa que pretende acabar con la idea de los “cursitos” -que entre más corticos mejor- y crear una conciencia de que la preparación para el sacramento de matrimonio es un conocer y aceptar un itinerario para la vida.

Compromisos arquidiocesanos para los encuentros de preparación al matrimonio

 1. La Coordinación Arquidiocesana ofrecerá una formación inicial y permanente para los animadores de la preparación prematrimonial. La formación inicial consiste en un diplomado en que se les ofrezcan los conocimientos y las herramientas para este apostolado y la formación permanente es el encuentro anual de actualización. En esta formación se entrega un certificado que habilita al animador a desarrollar esta misión eclesial.

2. Seguir un criterio común de contenidos siguiendo la orientación según la cual de: "No debe omitirse una seria preparación de los jóvenes antes del matrimonio, en la que se presente con claridad la doctrina católica, a nivel teológico, espiritual y antropológico sobre este sacramento".

3. Metodología múltiple: que sea de anuncio de la Buena Nueva, que se dé prioridad al encuentro con la Palabra, que sea participativa, que impulse a los novios revisar su propia vida con todo realismo, que sea pedagógico y que sea testimonial.

4. En la línea del itinerario proponemos, entonces, que como criterio común en la Arquidiócesis de Bogotá esta catequesis sea de al menos 24 horas de trabajo presencial, que puedan ser distribuidas en mínimo tres fines de semana. Adjunto está una propuesta que recoge los elementos esenciales según los criterios presentados.

5. Cada centro se compromete a realizar una vez al semestre un encuentro para los matrimonios jóvenes que termine con la renovación de los compromisos matrimoniales. Los movimientos familiares podrán ayudar en la realización de estos encuentros.

6. Tener un certificado de asistencia al itinerario prematrimonial unificado con el fin de que los párrocos tengan la certeza de cual pueden aceptar.

Las parejas que ayudan en este itinerario deben tener algunas cualidades como la espiritualidad, la fortaleza que brinda la fe y, por supuesto, tener un matrimonio estable, firme y en el cual se vivan las características que pide la Iglesia

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