"Negarse a la vacuna sin argumentación, en conciencia o razón médica, constituye una falta contra el bien común"
La Iglesia católica en el país exhorta a los fieles a “seguir cooperando -cada uno según sus posibilidades y con los medios a su alcance- en la resolución de la actual crisis sanitaria, que todo lo afecta".
En esta línea, invita a vacunarse contra el coronavirus, precisando que “aunque la vacunación-como todo tratamiento farmacéutico- debe ser libre y voluntaria, negarse a este acto solidario, sin una argumentación razonable, en conciencia o razón médica, constituiría una falta contra el bien común”.
Reconociendo que el plan de vacunación ha permitido mitigar el número de contagio en el país y generado que un mayor número de personas tenga confianza y seguridad en las vacunas, advierte que esto no es suficiente, por lo que llama la atención de quienes no se han vacunado.
“Mientras se mantengan las circunstancias actuales de peligro grave, para el creyente, es moralmente aceptable recibir la vacuna que esté disponible”.
Este llamado se suma al mensaje del papa Francisco y de distintos obispos en América Latina, quienes han insistido en que vacunarse es un acto de amor y solidaridad cristiana.
"Vacunarse, con vacunas autorizadas por las autoridades competentes, es un acto de amor. Y ayudar a que la mayoría de la gente se vacune es un acto de amor. Amor por uno mismo, amor por la familia y los amigos, amor por todos los pueblos. El amor es también social y político, existe el amor social y el amor político, es universal, siempre desbordante de pequeños gestos de caridad personal capaces de transformar y mejorar las sociedades", señaló el santo padre en un video mensaje emitido a mediados de este mes.
Ver videomensaje del papa Francisco dirigido a los pueblos de América Latina
Los obispos colombianos finalizan su mensaje invitando a que, “contando con la orientación del propio médico, consideren de manera responsable la opción por la vacunación y ayuden a que otros también lo hagan. <<El amor de Cristo nos apremia>> (2Cor 5, 14)”.
El comunicado, publicado el 30 de agosto 2021, es firmado por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC); monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, OP., arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC; y monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC.
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