El CELAM conmemora los cincuenta años de la Conferencia de Medellín

El año1968 se caracterizó por las protestas, casi universales, que pedían un mundo diferente: nuevo, libre, justo. El CELAM celebró la segunda conferencia episcopal…
Génesis:
El Vaticano II valoró la colegialidad episcopal, manifestada solemnemente en el Concilio Ecuménico y en otras formas como las Conferencias Generales del Episcopado, típicas de América Latina.
La primera conferencia fue convocada por Pío XII y realizó en Río de Janeiro, Brasil, del 25 de julio al 4 de agosto de 1955.
Allí surgió el Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, establecido en Bogotá, y sé creó la Pontificia Comisión para América Latina CAL (21 04 58), el cual se configuró como conducto entre el CELAM y la Santa Sede. Del afecto entre los episcopados latinoamericanos surgió el esfuerzo por adaptar el Vaticano II a la propia realidad.
Medellín:
Pablo VI fijó Medellín como sede de la Segunda Conferencia y anunció su primer viaje a América Latina con motivo del Congreso Eucarístico Inter- nacional en Bogotá, en cuya Catedral inauguró la Conferencia (24 08 68) que sesionó en el Seminario de Medellín entre el 26 de agosto y el 7 de septiembre de 1968, con el tema: "La Iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Concilio".
Las conclusiones fueron aprobadas el 24 de octubre de 1968. El documento consta de la introducción y tres grandes partes dedicadas a la promoción humana, la evangelización y las estructuras de la Iglesia. Cada parte tiene documentos temáticos, 16 en total, y se subdivide en introducción, fundamentación y proyección pastoral
De Medellín siempre se ha reconocido su riqueza pastoral, luz de esperanza y fuente de renovación eclesial.
Las controversias originadas plantearon la necesidad de clarificar conceptos, interpretar auténticamente e iluminar la pastoral frente a los retos de la Evangelii Nuntiandi (08 12 75), dando lugar así a la Tercera Conferencia.
Puebla:
Fue convocada sucesivamente por Pablo VI, Juan Pablo 1 y Juan Pablo II, quien fijó la fecha del 27 de enero al 13 de febrero de 1979, la inauguró en la Basílica de Guadalupe y la instaló el 28 de enero en el Seminario de Puebla.
Ha sido la más completa y compleja: articuló el trabajo de 21 comisiones, usó el "método de rejilla" (La dinámica consiste en que la información que se comunica a un grupo se extienda hacia a todos los miembros. Cada elemento del equipo debe tener claro el comentario que hizo el grupo. Al utilizar esta técnica se logra que el grupo obtenga mayor información en el menor tiempo posible) y fijó dos ejes: comunión y participación. El documento que consta de cinco grandes partes y 1.310 numerales, aprobado de forma unánime, desarrolla el tema: "La evangelización en el presente y en el futuro de América Latina".
Puebla aporta novedosas visiones pastorales, las llamadas tres verdades, las dimensiones de la evangelización de la cultura, la política y la religiosidad popular, las opciones preferenciales y el sentido de las comunidades eclesiales.
Santo Domingo:
El Quinto Centenario del inicio de la Evangelización de América (12 10 1492), determinó el lugar de la Cuarta Conferencia en Santo Domingo, así como la fecha del inicio. Juan Pablo II en el discurso inaugural el 12 de octubre de 1992 articuló la temática de la Conferencia alrededor de "Nueva evangelización -promoción humana- cultura cristiana", presentada en un texto de 303 numerales, resultado de la Asamblea clausurada el 28 de octubre siguiente.
Aparecida:
Se pensó que la Quinta Conferencia tuviera lugar en Roma dada la edad y salud de Juan Pablo II. Luego, Benedicto XVI decidió que fuera en Aparecida, donde está el santuario mariano de la Patrona del Brasil, y el 13 de mayo de 2007 se inauguró la Asamblea que finalizó el 31 de mayo.
El tema: "Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida" surgió a la luz de la frase en San Juan "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14,6).
Aparecida relanzó la Pastoral Bíblica, estudió la dimensión ecuménica, integró pastoralmente los movimientos laicales en el trabajo de la Iglesia.
El documento con 554 numerales termina implorando la protección de Nuestra Señora y la presencia permanente de Jesús:
“Guiados por María, fijamos los ojos en Jesucristo, autor y consumador de la fe, y le decimos con el Sucesor de Pedro: ‘Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado’ (Lc 24, 29).
Imagen: archivo El Catolicismo / Elespectador
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