Todo bautizado es misionero

El mes de octubre, Mes Misionero Extraordinario, nos invita como bautizados a que, en cualquier lugar, ambiente o situación donde nos encontremos, evangelicemos; llevar…
Es así como en la arquidiócesis de Bogotá en un trabajo conjunto con las 8 vicarías episcopales territoriales, hacen un llamado a los laicos para que sean misioneros a través de diferentes acciones de la vida y en la cotidianidad.
La vicaría de San Pedro, por ejemplo, a través de sus arciprestazgos, reunió diferentes acciones misioneras que pueden guiar a los peregrinos y que nos convoca a mostrar y evidenciar una Iglesia en salida en nuestra ciudad:
Poe ejemplo, podemos iniciar con el diálogo. El llamado es entonces a dialogar con personas amigas o compañeros de trabajo ¿Qué se entiende por Evangelización, por misión?
Vivir una o varias actitudesde Jesús como evangelizador: predicar la conversión, los valores cristianos, la oración, la humildad, el apoyo a los pobres, la visita y el consuelo a los enfermos.
Responder la pregunta ¿Quién es Jesús para ti?Intercambia sentimientos escuchando: ¿Quién es Jesús para las personas cercanas? Interioriza la llamada de Jesús a la conversión,reconociéndose pecador.
Identificar una actitud personalque sea necesario cambiar o corregir para mejorar en el hogar o en el trabajo.
Acercarse a una persona que necesitede tu amistad, apoyo, oración y demás acciones propias de la caridad.
Salir al encuentrodel otro, del que has estado alejado, con el que has sido indiferente y restablece las relaciones desde el mandamiento del amor. Recuerda amar hasta el enemigo, sin odios, sin resentimientos y sin rencores.
“Sal de la tierra y luz del mundo”
Jesús nos invita a ser “Sal de la tierra y luz del mundo”, así que ve a caminarpor la ciudad, el barrio, el conjunto y descubre cómo ser luz y sal en medio de la comunidad de personas conocidas o desconocidas.
El papa Francisco nos anima a “Callejear la fe”con la cultura del encuentro, de la Palabra y de la acción caritativa. Visita y comparte con quien tiene conflictos y dificultades o vive en soledad.
Generar un “atrio de los gentiles”. Conversacon otros sobre la religión, la fe y los sacramentos, sin proselitismo. Más bien comparte la experiencia personal de la llamada, de la misión que cada uno tiene desde su bautismo: Predicar el Evangelio.
Regala,como un acto de piedad a quien no la tenga, una Biblia o un rosario. Acompáñalo y ora con él.
Conversa con personas cercanas sobre qué significa la felicidad. ¿Qué nos hace felices? y ¿qué sueños tenemos por alcanzar?: ¿son realidades materiales o espirituales?
Pregúntate: ¿En qué te hace feliz el Evangelio?, ¿la fe en Cristo Jesús te ha dado felicidad y paz?, ¿el Evangelio de Jesús es proyecto de vida personal?
¿Cómo puedo contribuir entre quienes estánalejados e indiferentes,a que se acerquen a Jesús y lo encuentren como Salvador y proyecto de realización personal?
Congreguémonos con familiares, amigos, vecinos a leer la Palabra de Dios y meditarla en el momento más apropiado para todos: Lee Hechos de los Apóstoles 2, 42-47. Así era la primera comunidadcristiana. Asumamos algunos compromisos.
Jesús me envía a anunciarsu muerte y resurrección. Cristo está vivo en mí, me ha llamado y me ha enviado a anunciar su nombre, su reino y la salvación. ¿Cómo concretar esto durante el mes de octubre con un amigo o un compañero del trabajo o una persona que, aunque no la conozca, le pueda anunciar la ¿Buena Nueva de la Salvación?
En situaciones de dolor, qué conozco de quienes están cerca o lejos, ¿cómo hacerme presente para acompañarel sufrimiento de quien esta postrado en la enfermedad, en la clínica, en el hogar de tercera edad, en las cárceles o en una situación humana de dolor? y puedo compartir extendiendo el amor de Cristo.
Estamos llamados y enviadospara anunciar a Jesús. ¿Qué valores y acciones en mí lo anuncian o cuales acciones o vicios lo niegan?
¿Cómo llevar el Evangelio a los alejados e indiferentes desde mi trabajo, mi ocupación o desde mi condición personal y mi lugar de vivienda?
¿Qué propósitospuedo hacer como fruto del Mes Misionero en mi casa, en mi trabajo y en mi parroquia?
Estas y otras acciones misioneras reafirman esta invitación de la Iglesia en Bogotá, a través de monseñor Luis Manuel Alí, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Bogotá, en entrevista a continuación:
Fuente Disminuir
Fuente





