Se vivió la Semana Roja, o Red Week, en Bogotá
Con una jornada de oración, corazones dispuestos a la escucha y participación en su gran mayoría de jóvenes. Se vivió este encuentro en una de las ocho vicarias territoriales episcopales de la arquidiócesis de Bogotá; “Padre Misericordioso”, ubicada al norte de la ciudad. En esta campaña internacional "Semana Roja", promovida por Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), se destaca la importancia de la libertad religiosa y cómo se enfrenta actualmente la persecución que sufren los cristianos en diversas partes del mundo.
Por esta razón, uno de los testimonios que se presentó fue el del padre Lawrence Ssimbwa, misionero de la Consolata y párroco de San Martín de Porres, en Buenaventura, quien dijo: “Es importante dar a conocer mí testimonio en un evento como la Red Week o la Semana Roja, que nos ayuda a sensibilizar sobre los cristianos perseguidos en todo el mundo. En varios lugares, los cristianos católicos son perseguidos, son asesinados por dar testimonio de Cristo o simplemente por creer en el Señor".
En un mundo cada vez más marcado por los conflictos, la persecución de los cristianos y la erosión del derecho universal a la libertad religiosa, estos fenómenos podrían pasar desapercibidos. Por ello, el objetivo de esta campaña de ACN, que incluye iluminar de rojo monumentos, algunos edificios icónicos, templos y catedrales en todo el mundo, es asegurarse de que no caigan en el olvido.
Sobre la relevancia de esta jornada y los testimonios que se mostraron, María Inés Espinosa Calle, directora ejecutiva de ACN Colombia, Ayuda a la Iglesia que Sufre, manifestó: "la Semana Roja, o Red Week, como se conoce internacionalmente, es una iniciativa de ACN que busca visibilizar esta grave situación que ocurre hoy en día y que la viven mártires contemporáneos; precisamente, el color rojo que ilumina muchos edificios y templos alrededor del mundo recuerda la sangre de los mártires. Por otra parte, en nuestro caso, quisimos destacar también a esos héroes anónimos de nuestra Iglesia que viven todos los días lo que se conoce como el martirio 'blanco', que es sacrificarse y entregarse por completo, ofrecer el trabajo, los esfuerzos, la vida, por llevar el amor de Dios a donde más se necesita y brindar la esperanza de Cristo a quienes no tienen nada; eso lo tendremos con estos testigos de excepción: el padre Lawrence Ssimbwa y la Hermana Mercy Mendoza, que nos compartirán sus impactantes testimonios de una vida de misión”.
En diferentes países, a esta iniciativa no solo se han unido diferentes confesiones cristianas, sino también otros grupos religiosos, como muestra de solidaridad.
El Padre Lawrence Ssimbwa, misionero de la Consolata. Nació en Masaka, Uganda, África, hace 42 años, en un hogar de cinco hermanos. Hizo sus estudios sacerdotales entre Kenia y Colombia, país donde estudió español para poder terminar sus estudios de teología. Actualmente es párroco de San Martín de Porres, en Buenaventura.
Otro testimonio fue el de la hermana Mercy Eneida Mendoza, de la Congregación de Santo Domingo, 15 años de vida consagrada. Nació en Barlovento, municipio Andrés Bello, estado Miranda, Venezuela. Trabaja actualmente en misión en Santa Genoveva de Docordó, Chocó, en la pastoral social, específicamente en la formación de jóvenes en situación de riesgo.
ACN financia cada año más de 5.700 proyectos en 123 países, para ayudar a los cristianos a vivir su fe allí donde son perseguidos u oprimidos, o donde no tienen cubiertas sus necesidades pastorales. Según las cifras provisionales de las oficinas nacionales de ACN, cerca de diez mil personas han asistido a los actos organizados en diferentes partes del mundo.
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