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Santo Domingo Savio, a cielo abierto

15 de abril de 2019
Santo Domingo Savio, a cielo abierto

El templo parroquial de Santo Domingo Savio se está renovando. La obra se ha hecho por la prescripción del Distrito sobre las normas de sismorresistencia. Se espera que…

Monseñor Pedro Mercado se echado al hombro la remodelación del templo de Santo Domingo Savio, construido hace cincuenta años por los mismos habitantes de los barrios Pasadena y Santa Margarita, sobre planos del muy importante arquitecto Víctor Schmid.

Monseñor Mercado hace un recuento de la obra, de sus pormenores y una invitación a vincularse como aportante:

 

Historia de la Parroquia

Alrededor del año 1963, comenzaron a desarrollarse las urbanizaciones: Pasadena, Estoril, Asmedas y Santa Margarita. Poco a poco se fueron consolidando las comunidades de vecinos por las necesidades e intereses afines. Indudablemente entre las necesidades básicas apremiantes estaba la de tener donde comprar alimentos de afán, como en la tienda “Don Josué” y las medicinas donde don Gonzalo Landazabal, el dueño de la primera droguería. La dicha no podía ser completa, si no encontraban donde saciar su necesidad de fortalecimiento espiritual. Por eso varias familias, entre las que se recuerda: la familia Cifuentes, Gerlein, Duque, Rubio, Roa, Collins, decidieron reunirse cada domingo en el garaje de la familia Gerlein y posteriormente en el que es hoy el parque contiguo al templo parroquial, para celebrar la misa campal. Hasta entonces estos predios hacían parte de la parroquia San Luis Beltrán (Barrio El Polo).

El Arzobispo de Bogotá, monseñor Anibal Muñoz Duque, mediante Decreto N° 43, del 23 de noviembre de 1968 creó la parroquia, bajo el patrocinio de Santo Domingo Savio.

Los predios

El terreno donde se construyó el centro parroquial pertenecía a la Comunidad Salesiana, que había proyectado construir un plantel educativo. Sin embargo, la misericordia divina permitió que el proyecto de la parroquia se cristalizara primero.

Fue así como, por Escritura Pública N° 1508, del 26 de abril de 1968, de la Notaría Novena de Bogotá, el sacerdote Rodrigo Díaz, en representación de la Comunidad Salesiana vendió a la Arquidiócesis de Bogotá un lote de 3500 varas cuadradas por la suma de $140.000

La construcción del templo se hizo con base en el diseño arquitectónico presentado por el sobrino de nuestro vecino Joaquín Bernal. Como datos curiosos anotamos la donación que hizo Hernando Cifuentes G. de la campana que aún está en uso y la obsequiada por Roberto Gerlein para la celebración Eucarística.

A comienzo de los años 70 se consiguieron las bancas grandes del templo, las mismas que hoy se encuentran en uso.

Las paredes eran blancas y no había vitrales. Lo que hoy es el salón parroquial era una pequeña sacristía, la campana estaba ubicada en el andén, sostenida en dos postes.

En el año de 1980 el P. Arbeláez inició una recolecta entre las personas interesadas en hacer donaciones para la compra de los vitrales de la parroquia, el pórtico y la obra de la espadaña en donde hoy se encuentra la campana, pues siguiendo los consejos del Arquitecto Max Grossmann, las proporciones del templo no permitían la construcción de un campanario como tal.

El 9 de septiembre de 1984 se inauguró la estatua de Santo Domingo Savio que se encuentra a la entrada del templo. La obra fue realizada por el Maestro Enrique Murillo y la ceremonia fue presidida por P. Jaime Rodríguez, sacerdote salesiano. En el año de 1985 se iniciaron las obras del primer parqueadero.

Los párrocos:

P. Benjamín Tobos, de enero de 1969 a febrero de 1973. Con decisión emprendió la construcción del templo y de la casa cural. Para esto, organizó, con la participación entusiasta de los vecinos diversas actividades, tales como bazares, bingos, carreras de obstáculos, concursos de observación, para obtener los recursos económicos necesarios.

P. Germán Rojas, de abril de 1973 a enero de 1979.

P. Ernesto Arbeláez, de marzo de 1979 hasta marzo de 2002. Dejó una profunda huella en quienes lo conocieron. Se le ha descrito como una persona muy humilde y sencilla que llevó a la práctica la ayuda a los más pobres y necesitados, recordando con especial cariño aquella vez que le regaló los zapatos que tenía puestos a una persona que encontró por la calle y siguió su camino en medias.                               Murió el 13 de septiembre del 2008.

Mons. Teófilo Tobar Jiménez, de abril de 2002 hasta enero de 2009. Como párroco se caracterizó por el impulso que dió a la vida cristiana de la comunidad y el crecimiento espiritual, por medio de las diferentes pastorales y promoviendo la solidaridad en obras sociales a favor de los necesitados.

Realizó cambios y reforzamiento en la casa cural, trasladó de lugar la sacristía, construyó el salón parroquial, el despacho y la secretaría, obras para la canalización de aguas, el cerramiento de la parroquia, amplió el parqueadero y cambió el piso de la entrada del templo para dejar la imagen de un crismón e hizo los antejardines.

P. Germán Isaza Vélez, de enero de 2009 hasta noviembre de 2010.

Sacerdote con una amplia cultura general, amante de la lectura. Sus homilías se caracterizaron por ser concretas y profundas que invitaban a la reflexión.

Teniendo en cuenta su especial preocupación hacía los niños, dio continuidad a las catequesis dominicales durante la celebración de las eucaristías y llegó a dictar clases sobre el catecismo a los adultos.

P. William Eduardo Castro Solano, de noviembre de 2010 hasta el 25 de junio del 2014.

Trabajador incansable. Con su actividad pastoral convocó nuevamente a la comunidad por medio de la programación de más eucaristía en todos los días de la semana, el rezo diario del rosario, la hora santa, las celebraciones piadosas los primeros viernes, sábados y domingos del mes (pan compartido). También se preocupó por la formación de los fieles invitando a talleres de oración, cursos de Bioética, Mariología y de Biblia.

P. Pedro Mercado Cepeda, de junio 25 del 2014 hasta la fecha.  Como párroco se ha preocupado por seguir mejorando y embelleciendo el templo. Retiró la alfombra roja que cubría el presbiterio para dejar nuevamente descubierta la piedra original de la construcción y remodeló el salón parroquial dotándolo también con parlantes, el nombre de la parroquia y el logo de la Arquidiócesis de Bogotá, un video beam y telón fijo. También mejoró considerablemente la iluminación y sonido en el interior y exterior del templo.  Con el tiempo se adquirieron 2 televisores 4K para que los feligreses que quedaban en la parte exterior del tempo pudieran ver la Santa Misa.

El 31 de agosto del 2014, gracias a donación de unos fieles, se presenta a la comunidad parroquial la reliquia de 1° grado certificada de Santo Domingo Savio.

También ha animado la unión de los habitantes del sector con actividades como el Bazar de la Familia y la “Feria de Emprendedores”. Ésta última tiene como objeto que la comunidad conozca los talentos, servicios y productos que ofrecen sus habitantes.

Instauró la Hora Santa todos los jueves a las 6:00 p.m., amplió el horario de atención del Despacho Parroquial para atender los días sábados y domingos a quienes tienen dificultad de ir entre semana.

 

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