Los unenses, comprometidos con la “Casa Común”

En las 17 veredas que conforman el municipio de Une, Cundimamarca, desde los niños hasta los adultos, se encuentran comprometidos con el trabajo y el cuidado del medio…
Todos participan guiados, claro está, por el párroco Saúl Cano, quien les enseña a través de la encíclica ecológica del papa Francisco: “Laudato Si’”. En las actividades diarias, tanto en el trabajo como en las escuelas, el tema del cuidado de la casa común y la naturaleza está siempre vigente.
En la región oriental, parte Sur del departamento de Cundinamarca, en las estribaciones de la Cordillera Oriental, se encuentra el municipio de Une, que está a 43 Kilómetros de Bogotá.
Además, Une se caracteriza por ser un municipio netamente agrícola. La cebolla, la zanahoria, la papa y el cilantro son productos que abastecen a la comunidad y es centro de acopio para Villavicencio y Medellín.
La patrona: Nuestra Señora de la Concepción
El templo se construyó hace 100 años y la parroquia se creó hace 368. Sus habitantes, cerca de 8.000, en su mayoría profesan la religión católica. Nuestra Señora de la Concepción es la patrona del municipio.
El padre José Saúl Cano es el párroco desde hace 6 años, nació en Zetaquira–Boyacá, formado en la comunidad italiana de los padres somascos, cuyo carisma se fundamenta en la protección de la juventud huérfana y abandonada, fue ordenado hace 29 años y el próximo 14 de julio cumpirá 60 años de vida.
Su profesión es la docencia, tiene una licenciatura en educación básica primaria y una especialización en pedagogía para el desarrollo del aprendizaje autónomo. Estudió en la Universidad Nacional.
Unidos para trabajar y ayudarse
En el municipio de Une todos conocen al párroco, lo admiran, lo respetan, cuenta con él “para las buenas y para las malas”, manifiestan los unenses. Lo aprecian, lo sienten cercano y para él todos ellos son su familia.
Le gusta su trabajo, su acción pastoral, la que realiza con pasión, con alegría y por supuesto con mucha sabiduría ya que ha logrado que todos se ayuden entre sí. De una forma u otra, los entes gubernamentales locales se colaboran y la parroquia siempre está allí, liderando, reuniendo y haciendo partícipe a la comunidad, para que todos se beneficien y la región progrese.
El padre Saúl no decansa. Se levanta muy temprano, maneja su carro y se mueve de vereda en vereda. Él mismo atiende el despacho parroquial y todas las obligaciones que demandan los oficios lituígicos.
La parroquia está presente en el corazón y la cotidianidad de los habitantes. Es de puertas abiertas y los habitantes la sienten como un segundo hogar. Los feligreses colaboran y opinan sobre los arreglos, como sucedió hace 10 meses, cuando fueron restaurados el templo y la casa cural. La comunidad participó y aprobó este cambio.
Escuchemos a continuación al padre Saúl Cano refiiriéndose a su comunidad parroquial de Une- Cundinamarca y, por supuesto, a algunos habitantes de este cercano municipio cundinamarqués:
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