La casa de Dios en el barrio
La parroquia de San Jerónimo ha terminado la primera fase de la construcción de su templo; el Domingo de la Misericordia el señor cardenal Rubén Salazar Gómez lo bendijo…
El padre John Fredy Morales Amaya es el párroco de San Jerónimo, una de las nuevas parroquias de Bogotá. Es un joven sacerdote lleno de fe, de energía y con un espíritu formidable que le ha permitido en cuatro años formar una comunidad que sustenta la construcción de este templo inaugurado y consagrado.
El templo está en lo alto de una de las casi imposibles y empinadas calles del barrio Ramajal, de la localidad San Cristóbal.
Su arquitecto, Gabriel Vargas, de Galvark Ltda., explica que es un doble cilindro que representa los rollos en que escribió San Jerónimo la traducción de la Biblia, conocida como la Vulgata.
La unidad arquitectónica tiene, además del templo, un edificio con salones para las reuniones de formación, parqueaderos y una casa cural, que ya vendrán. Por ahora ya está listo lo más importante: el templo, que como dijo el Cardenal en su homilía, es la casa de Dios entre nuestras casas.
El padre Morales también habló para El Catolicismo sobre la conformación de su comunidad:
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