Grandes retos vocacionales en la Arquidiócesis de Bogotá

Los desafíos que tienen actualmente los rectores de los seminarios, los sacerdotes encargados de la animación vocacional y la evangelización de la Juventud en la actualidad son muy grandes. No es un secreto que las vocaciones no pasan por un buen momento y no solo en nuestra Arquidiócesis, sino en todo el mundo. Refiriéndonos a que hoy en día son cada vez menos los jóvenes que se preguntan por el proyecto que Dios tiene para ellos.

Las posibles causas de esta situación son varias, iniciando con una sociedad globalizada, de consumo fragmentada e individualista y todos estos cambios se ven reflejados y muy marcados en la familia. Institución donde se van gestando los valores que nos acompañan toda la vida.

“Encontramos una crisis familiar, a nivel de nuestras sociedades y esto viene con crisis de identidad, de búsqueda de la vida, generando unos vínculos difíciles, donde todo el sentido de la fraternidad, de la experiencia del amor, condición esencial para responder la vocación como llamada amorosa de Dios es un obstáculo muy marcado”, indica el padre César Carrillo, Coordinador de Pastoral Vocacional de la Arquidiócesis de Bogotá.

Padre César Carrillo, en la Pascua Juvenil

Otra causa explica el padre Edwin Vanegas, rector del Semanario Conciliar de Bogotá es el tema cultural “Estamos viviendo una crisis cultural, que trae consigo la dificultad de enrutarse en una sola decisión, por un mundo tan diverso y lleno de posibilidades. Compromisos definitivos de vida, que va más allá de lo inmediato, es un código de lenguaje que los jóvenes de hoy no quieren realizar”.

Padre Edwin Vanegas, rector del Semanario Conciliar de Bogotá

Por eso, buscan hacerle frente a esta difícil situación, renovando el fervor misionero y acercándose de varias maneras a los jóvenes llevando la luz del evangelio a sus vidas “Desde la pastoral vocacional, se han construido acciones concretas para dar lugar al llamado de Dios en la vida de las personas, en el corazón de las comunidades, en los ambientes de las parroquias, universidades, colegios. Esa es la base en que estamos fundamentando toda la tarea”.

Desde la pastoral vocacional se tiene como horizonte:

• El afianzamiento y desarrollo de la cultura vocacional
• La renovación de los procesos de anuncio y acompañamiento hacia el ministerio ordenado,
• La orientación a los jóvenes que manifiestan su deseo de realizar el discernimiento hacia la vida sacerdotal, ofreciendo los medios para el mismo.

“Yo creo que el reto misionero que tenemos como iglesia, es salir al encuentro con nuestros jóvenes, ellos si creen en Dios, hay jóvenes que quieren jugársela por Dios, pero si no los alcanzamos para que tengan un encuentro con Dios, difícilmente se van a hacer la pregunta ¿Será que el señor me llama a la vida sacerdotal o religiosa?”, afirmó el padre Andrés Pérez, Coordinador Arquidiocesana para la Evangelización de la Juventud.

 

Padre Andrés Pérez con jóvenes de Puente J 

La falta de vocaciones debe poner alerta a nuestra Iglesia para el futuro, porque sabemos que Dios sigue llamando y sigue enviando pastores para guiar el Pueblo de Dios, por eso, el padre Edwin Vanegas hace la siguiente invitación “Yo quiero animar a todos nuestros jóvenes a ser valientes, a que, si sienten el llamado a la vida sacerdotal o a la vida religiosa, no les importe el qué dirán o que sean etiquetados negativamente. Déjense guiar en su corazón, porque ahí se encuentra la voz de Dios y que alegría más enorme que servir a los hermanos".

Actualmente, son 64 seminaristas que se encuentran en proceso de formación en los dos seminarios de la Arquidiócesis de Bogotá, el Seminario Conciliar de Bogotá y el Seminario Redemptoris Mater.