Colombia despidió a la Virgen peregrina de Fátima

Fue desde la Guajira hasta el Amazonas, de norte a sur, llevando en su peregrinar un mensaje de amor, de volver a Dios, pero, sobre todo, despertó el fervor mariano inherente en el corazón de los colombianos. Por ríos, trochas, carreteras destapadas, bajo el sol y el agua, así fue su recorrido por diferentes sitios de nuestra nación. Donde llegó, fue recibida siempre por multitudinarias caravanas, niños, familias, todos, querían verla, tocar la imagen y sentir la presencia de la Virgen María.

Cada visita, cada traslado, cada recibimiento tuvo detrás la labor incansable de un equipo conformado por más de 40 laicos, hombres y mujeres, pertenecientes a diferentes grupos, congregaciones y comunidades católicas, quienes se denominaron: Misión Fátima Colombia. Todos ellos, marianos.

Misión Cumplida

La Virgen María los unió, los congregó, se conocieron y compartieron sus carismas. Apoyaron y ayudaron en esta misión centrados en un solo eje: el amor y la devoción a la Virgen María, como intercesora ante el Señor. La Imagen Peregrina también se hizo presente en parroquias de la arquidiócesis de Bogotá, en fundaciones, colegios, cárceles, vigilias y congresos marianos, entre otros.

La Virgen Peregrina de Fátima cumplió su misión. Despertó el amor, el perdón, dejó a su paso un bálsamo de paz, de alegría, de unidad y de esperanza entre los colombianos. “Fue una experiencia de Iglesia, de hermandad, nos dejó grandes bendiciones y nos preparó para celebrar el próximo año 2019 el centenario de Nuestra Señora de Chiquinquirá, patrona de Colombia”, afirmó fray Said León, OP.

La imagen de la Virgen Peregrina de Fátima partirá rumbo a Perú, pasará luego a Ecuador y, finalmente, retornará a Portugal, a su Santuario. A continuación, entrevista con fray Said León, director espiritual de misión Fátima Colombia y algunos de sus integrantes: