Ser párroco, gran instrumento de Dios

25 años donde ni por un instante se ha arrepentido del camino que eligió y de la respuesta que dio al Señor cuando lo llamó por su nombre para servirle aquí en la tierra.

Nació en Bogotá el 25 de febrero de 1971, en una familia conformada por padre y madre y  6 hermanos; 3 hombres y 3 mujeres. Su ordenación sacerdotal fue el 19 de diciembre de 1996, a cargo de monseñor Pedro Rubiano Sáenz. Su formación la realizó en el seminario Menor y en el seminario Mayor de Bogotá

Si volviera a nacer volvería a ser sacerdote

En estos 25 años de sacerdocio a ocupado varios oficios eclesiásticos, pero el que más ama es ser párroco, ese encuentro con la comunidad. Actualmente es párroco en Santa Cecilia. Arcipreste del Arciprestazgo No. 3.5, miembro del equipo arquidiocesano para la formación permanente y miembro del consejo presbiteral, de la arquidiócesis de Bogotá.

Además, fue párroco en Nuestra Señora de la Valvanera.  En la Natividad de Nuestra Señora. Párroco en el Buen Pastor. Coordinador de Acción Solidaria del Centro Estratégico de la Dimensión Social de Evangelización. Secretario ejecutivo de la asociación de colegio parroquiales – ASCOLPA. Capellán en el Gimnasio Manuel María Camargo. Vicario parroquial en Santa María de Jerusalén. Vicario parroquial en San Juan Bautista de la Estrada. En la Medalla Milagrosa y también vicario parroquial en San Mateo.

“Cuando uno en su proyecto de vida incluye a Dios, la vida que asuma, en mi caso el sacerdocio, es una vida feliz, con sus más y sus menos, pero es una vida de realización personal” Afirma.

Seamos sinodales

Es clave en este caminar sacerdotal la compañía de mis hermanos sacerdotes. Así como nos invita en este tiempo, el Sínodo;¡caminemos juntos! eso también es para nosotros, y en este servicio a los demás. “ Si volviera a nacer volvería a ser sacerdote”. Concluyó.

A continuación entrevista completa: