Sacerdotes, servidores de la Iglesia y de la sociedad

El presbítero español es Doctor en teología y especialidad moral, del Instituto Superior de Ciencias Morales de la Universidad Pontificia de Comillas. También, máster en Bioética. Profesor titular en los centros agustinianos ( Estudio teológico San Agustín de Valladolid), enseña ética y deontología sacerdotal. Fue ordenado como sacerdote hace 26 años.

La teología moral y la ética en el sacerdocio, fue el eje central de este encuentro de formación del clero arquidiocesano.  Ya que el ejercicio ministerial del sacerdocio junto a la opción vocacional y vida consagrada, debe estar anclado a un deber ético.

Responsabilidad ética en el sacerdocio

Es importante y bueno que en el proyecto de vida de un presbítero y en sus objetivos parroquiales, se tenga en cuenta siempre las dimensiones éticas, por esta razón, es prioritario tener un código a seguir.

Así lo manifestó el ponente internacional, el padre Roberto Noriega, en una de sus charlas al presbiterio de Bogotá, Y aclaro: “La vida sacerdotal no se debe considerar una profesión o una carrera profesional, sin embargo, es importante que se ejerza un código de ética como en cualquier disciplina e integridad como ser humano y al servicio de los demás”. Enfatizó.

Cómo servir mejor a la sociedad y a la Iglesia, son preguntas que se deben hacer a diario los presbíteros, en el ejercicio sacerdotal o pastoral. “ Si un sacerdote no es capaz de ser una persona íntegra, auténtica y honesta en su vocación, no sirve para sacerdote, no es ese su camino” Así lo enfatiza el padre Noriega en una de sus ponencias.

Los temas puestos en común en este espacio de formación por parte del padre Roberto fueron: “ El espacio de la ética deontológica en la vida y misión del sacerdote”.  “Desafíos éticos para los sacerdotes de una Iglesia evangelizadora”. “ La difícil misión de gobernar sirviendo”. Y finalmente, “ Acompañar al Pueblo de Dios para juntos ser santos”.

A continuación entrevista con nuestro invitado especial, padre agustino, Roberto Noriega: