Se han tratado todos los aspectos que rodean y constituyen la familia

“Hay un punto que reúne a todos los padres sinodales: todos queremos el bien de las familias”: Fouad Twal, patriarca Latino de Jerusalén
En la habitual rueda de prensa lo acompañaron el arzobispo australiano, metropolita de Brisbane y relator de un Círculo menor, Mark B. Coleridge; y monseñor Enrico Solmi, obispo italiano de Parma, moderados por el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi SJ.
Por su parte, monseñor Coleridge observó que el trabajo no termina este domingo porque “el camino del Sínodo continúa”. Además, recordó que “este es un Sínodo pastoral, se necesita la doctrina pero es primordialmente un Sínodo pastoral”.
Monseñor Enrico Solmi aseguró que estos días se vive un fuerte sentido de catolicidad de la Iglesia, “venir a Roma y encontrar el mundo”. Al respecto indicó que en el Aula llegan “todas las familias del mundo con sus particularidades”. Y el Sínodo, observó, continúa el clima del año pasado, “hablar con franqueza” aunque haya distintos pensamientos y opiniones.
Uno de los temas que acapara gran atención en esta tercera parte del debate del Sínodo sobre la familia, es la situación de los divorciados vueltos a casar por lo civil. Al respecto, los padres sinodales recordaron que no todos los casos son iguales. El patriarca aseguró que es un campo delicado y no se puede generalizar “mejor estudiar caso por caso, mirando a la misericordia sin olvidar la doctrina”.
Así monseñor Coleridge indicó que no sabe si habrá cambios por lo que se refiere a la situación de los divorciados y vueltos a casar. Y que es necesario distinguir entre "segundo matrimonio estable vivido en amor y fidelidad y con hijos educados cristianamente" que no es la misma cosa que una "escapada a un hotel".
Sobre la pastoral dijo monseñor Coleridge que es necesaria para dialogar con estas parejas, hay que escuchar sus historias y no ofuscarles con la doctrina. Tengo que sentarme con estas personas en situaciones irregulares y escuchar sus historias y señaló que muchas veces no vienen a la Iglesia porque están seriamente aislados. Entonces nos preguntamos: “¿Cómo podemos ir a su encuentro?”.
Asimismo el prelado indicó que “el Papa es parte del Colegio Episcopal, es Pedro. El proceso llega a su fin cuando Pedro toma la decisión final”.
También monseñor Solmi señaló que “veo en el Sínodo el sentido de catolicidad eclesial, salir al encuentro del mundo para tener una visión menos cerrada de la familia” y a propósito del camino penitencial propuesto para los divorciados vueltos a casar por lo civil, el prelado italiano confirmó la importancia de que la Iglesia acompañe a las personas en dificultad sobre todo con el discernimiento.
Finalmente deseó que el Sínodo sepa incidir en la vida de la Iglesia, poniendo a la familia en el lugar que le corresponde en la Iglesia. “Y espero que esto puede convertirse en una señal fuerte para nuestra sociedad y nuestros países que a menudo se olvidan sistemáticamente de la familia”.
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