La belleza de Dios entre las rejas

Se dio apertura a la capilla “El camino de Emaús” y a la oficina de Asuntos Religiosos que funcionará en este establecimiento de reclusión. La Iglesia en Bogotá se hizo presente en este día especial, que contó a la vez con la entronización de la imagen de la Virgen María, en la advocación de Nuestra Señora de Fátima, imagen que acompañará este sitio de oración, reflexión y celebración de la sagrada eucaristía para todo el personal de esta institución y también para las personas privadas de la libertad y sus familias.
“La capilla “Camino de Emaús”, es un lugar que será destinado a la oración, el silencio y la reflexión personal. Inspirada en el pasaje bíblico, y está abierta a todos los funcionarios del Instituto Nacional penitenciario y carcelario INPEC, que desean buscar renovación espiritual y momentos de conexión con Dios.”. Afirmó el capellán general del INPEC, padre Eliécer Montañez Grimaldos.
Lugar de paz, de sanación y esperanza
Por su parte, la oficina de Asuntos Religiosos surgió como respuesta también de la necesidad de poder brindar acompañamiento espiritual y psicológico a funcionarios administrativos y el cuerpo de custodia y de vigilancia del INPEC y por supuesto a sus familias.
Su labor será enfocada al apoyo emocional y espiritual del personal que enfrenta altos niveles de estrés y presión, por la naturaleza propia de sus funciones. Se ofrece aquí un espacio seguro para la orientación, la escucha y fortalecimiento interior, mejorando el bienestar integral a través de consejerías, talleres y atención personalizada con la participación de profesionales.
Tanto la capilla “Camino de Emaús” y la oficina de Asuntos Religiosos trabajarán de manera articulada para dignificar la labor penitenciaria desde el interior del ser humano, promoviendo una cultura de cuidado mutuo. Luego de ser inaugurada la capilla, se celebró la sagrada eucaristía y se renovó entre los asistentes la consagración al inmaculado corazón de la Virgen María.
El corazón es el centro de todo
Presidió la eucaristía el cardenal y arzobispo de Bogotá Luis José Rueda Aparicio y al finalizar su homilía recalcó la importancia del amor:
“Amar, vivir amando y morir amando, para poder resucitar con aquel que venció la muerte y el pecado. No nos cansemos de amar hoy y siempre, “siempre” e incluso amar a los que nos hacen daño, a los que nos hacen sufrir, amar para que el Reino de Dios habite dentro de nuestro corazón, es una misión que va desde dentro que impregna a la familia y reconstruye a la sociedad".
"Estoy convencido que a Colombia lo único que lo puede salvar de estas tinieblas y de este desierto que estamos atravesando es el amor, el amor sembrado en el corazón de cada uno de nosotros".
Al finalizar recalcó en tres amores que debemos cultivar en la vida cristiana católica; el amor a la Palabra de Dios, el amor a la Biblia. El segundo es la Eucaristía, que es el pan de vida, es presencia de Jesús. Y el tercer amor es a la Virgen María, nuestra madre que nos acompaña siempre”. Enfatizó el cardenal Rueda.
Vea a continuación homilía completa cardenal Luis José Rueda Aparicio, lunes 19 de mayo, cárcel La Modelo de Bogotá:
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