Papa brinda consejos para la vida en comunidad, movimiento eclesial o asociación de laicos

En el marco del encuentro con moderadores de diferentes Asociaciones de fieles, Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades, en el Aula del Sínodo en el Vaticano, el papa Francisco compartió ocho recomendaciones para una adecuada pertenencia y participación en estos espacios de encuentro, formación en la fe y proyección pastoral.

Tras destacar el compromiso de estos bautizados en vivir y testimoniar el Evangelio en las realidades ordinarias de la vida y especialmente en los países más pobres, “donde muchos de vosotros estáis presentes (…) porque no han parado durante la pandemia, no habéis dejado de aportar vuestra solidaridad, vuestra ayuda, vuestro testimonio evangélico incluso en los meses más duros, cuando los contagios eran muy altos. Habéis sido testigos de esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos escapar: la pertenencia como hermanos”, el santo padre brindó los siguientes consejos:

1.  "Debemos entender que la evangelización es un mandato que viene del Bautismo".

El Bautismo "nos hace sacerdotes juntos, en el sacerdocio de Cristo", explicó el papa al animar a aceptar y vivir este llamado: "Ustedes han despertado esto con sus movimientos, y esto es muy bueno".

2. ¡Un Evangelio sofisticado, no es Evangelio!

Nos hará bien a todos recordar cada día no sólo la pobreza de los demás, sino también, y sobre todo, la nuestra", afirmó Francisco.

3. Asumir la responsabilidad de construir el futuro

“Hay que preparar el futuro aquí y ahora, en la cocina. aprendiendo a escuchar y a discernir el tiempo presente con honestidad y valentía, y con una disposición al encuentro constante con el Señor y a una constante conversión personal”.

4. Aceptar cambiar modos anticuados y métodos de apostolado que ya no son eficaces

“Tengamos una gran docilidad y humildad, para reconocer nuestros límites y aceptar cambiar modos de hacer y de pensar anticuados, o métodos de apostolado que ya no son eficaces, o formas de organización de la vida interna que han resultado inadecuadas o incluso perjudiciales”.

5. “El camino del Evangelio no es un viaje turístico sino un reto”

“Cada paso es un reto y cada paso es una llamada de Dios, cada paso es - como decimos en mi país - poner la carne en el asador”, por ello, agrega: “debemos estar siempre en movimiento, siempre en conversión, siempre discerniendo para hacer la voluntad de Dios”.

6. Las tareas de gobernanza son un llamado a servir

Insistió al referirse a este ejercicio en el seno de las asociaciones y los movimientos. También, llamó la atención sobre “los casos de abusos de diversa índole que se han producido en estos grupos y que tienen su origen en el abuso de poder”.

“Las tareas de gobierno que se os encomiendan en los grupos de laicos a los que pertenecéis no son otra cosa que una llamada a servir”.

Pero, ¿qué significa para un cristiano servir? El papa señala dos obstáculos que un cristiano puede encontrar en su camino y que le impiden convertirse en un verdadero servidor de Dios y de los demás: el "deseo de poder" y la “deslealtad”.

7. Rotación en los puestos de gobierno

En cuanto al "deseo de poder", el papa pone el ejemplo de Jesús: “Él nos enseñó que el que manda debe hacerse como el que sirve y que, si alguno quiere ser el primero, que sea el servidor de todos". Pues, tal y como advierte el santo padre, “nuestro deseo de poder se puede expresar de muchas maneras en la vida de la Iglesia; por ejemplo, cuando creemos, en virtud del papel que tenemos, que tenemos que tomar decisiones sobre todos los aspectos de la vida de nuestra asociación, diócesis, parroquia, congregación. Delegamos en otros las tareas y responsabilidades de ciertas áreas, ¡pero sólo en teoría!”.

En esta línea, recuerda que esta voluntad de poder anula toda forma de subsidiariedad y es una mala manera de <<disciplinar>>, por tanto, su consejo es: “prever una rotación en los puestos de gobierno y una representación de todos los miembros en vuestras elecciones”.

8. “El verdadero servicio es gratuito e incondicional”

“Aprendamos a ser verdaderos servidores del Señor y de nuestros hermanos, aprendamos a decir <<somos siervos inútiles>> y tengamos presente esta expresión de humildad, de docilidad a la voluntad de Dios, que tanto bien hace a la Iglesia y recuerda la actitud adecuada para trabajar en ella”, pidió el papa.

Finalmente, alertó sobre los “riesgos de jugar un doble juego (…) Decimos con palabras que queremos servir a Dios y a los demás, pero en los hechos servimos a nuestro ego, y nos entregamos a nuestro deseo de aparentar, de obtener reconocimiento, aprecio...”.