Guerra en Ucrania: "En nombre de Dios, ¡detengan esta masacre!"
Después de rezar el Ángelus en el segundo domingo de Cuaresma, el santo padre lamentó la situación de las víctimas en Ucrania y exigió el cese del conflicto antes de que las ciudades “se conviertan en un cementerio”.
Francisco habló de Mariupol, la ciudad ucraniana conocida como “la ciudad de María”, que se ha convertido en el lugar que más severamente está sufriendo los ataques de Rusia.
Desde hace varios días, los soldados rusos han sitiado la ciudad y los civiles se encuentran atrapados sin luz, comida o calefacción. Los que no logran sobrevivir son enterrados en fosas comunes que, según denunció el Patriarca ucraniano Sviatoslav Shevchuk, no se veían desde la época nazi.
"Ante la barbarie de la matanza de niños, inocentes y civiles indefensos, no hay razones estratégicas que valgan: lo único que hay que hacer es poner fin a la inaceptable agresión armada”, afirmó.
“Con dolor en el corazón, uno mi voz a la de la gente común, que implora el fin de la guerra, en nombre de Dios, que se escuche el grito de quien sufre y se ponga fin a los bombardeos y a los ataques”, rogó el Papa.
A continuación, exigió a los dirigentes llegar a una “verdadera negociación” y pidió, como en otras ocasiones, “que los corredores humanos sean verdaderamente efectivos y seguros”.
“Quisiera una vez más, exhortar a la acogida de tantos refugiados en los cuales está presente Cristo, y agradecer la solidaridad que se ha creado”.
Por último, antes de dedicar un tiempo de silencio para orar por el fin de la guerra, exhortó a todas las comunidades diocesanas y religiosas a “aumentar los momentos de oración por la paz. Dios es sólo el Dios de la paz, no es el Dios de la guerra, y quien apoya la violencia profana su nombre”, concluyó.
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