¿Cómo comportarse cuando surgen problemas dentro de la comunidad cristiana?

En su catequesis, durante la última Audiencia General del mes, el Papa Francisco, retomando la carta de San Pablo a los Gálatas, recordó la importancia de “dejar transformar nuestra existencia con el Evangelio”, al tiempo que compartió algunos elementos claves para afrontar conflictos dentro de la comunidad eclesial.

Refiriéndose al proceder y palabras del apóstol, el Santo Padre destaca que al comprender que "lo que está en juego es la verdad del Evangelio y la libertad de los cristianos, que es parte integrante del mismo", se torna prioritario superar la tendencia a “detenerse en la superficialidad de los problemas”, buscando profundizar en la raíz de los mismos.

En un segundo momento, agrega el Pontífice, “es necesario reafirmar la novedad del Evangelio” (…) Pablo, siendo un profundo conocedor del misterio del Cristo, “vuela alto y nos indica también a nosotros cómo comportarnos cuando se crean conflictos dentro de la comunidad”.

“Pablo ama a Jesús y sabe que Jesús no es un hombre, un Dios de compromisos. No funciona así con el Evangelio y el Apóstol ha elegido seguir el camino más arduo. Escribe así: «Porque ¿busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? No trata de hacer la paz con todos. Y continúa: ¿O es que intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo» (Gal 1,10).

Sumado a lo anterior, Pablo se siente en el deber de recordar a los Gálatas que es un verdadero apóstol "no por mérito propio", sino por la llamada de Dios.

Tras aceptar su vida pasada y reconocer la obra de Dios en él, “Pablo es libre para anunciar el Evangelio y libre para confesar sus pecados, mostrando la tercera clave de este caminar en la fe en comunidad: comprender que “la verdad es la que da la libertad del corazón, la libertad de Dios”.

¡Los caminos del Señor son inescrutables!

Continúa el Papa, insistiendo en que “no debemos olvidar nunca el tiempo y la forma en la que Dios ha entrado en nuestra vida: tener fijo en el corazón y en la mente ese encuentro con la gracia, cuando Dios ha cambiado nuestra existencia”.

“La llamada conlleva siempre una misión”

Por esto, insiste Francisco, “se nos pide que nos preparemos con seriedad, sabiendo que es Dios mismo quien nos envía y nos sostiene con su gracia. Hermanos y hermanas: Dejémonos conducir por esta conciencia: el primado de la gracia transforma la existencia y la hace digna de ser puesta al servicio del Evangelio.

Finalmente, invita a unirse en oración para que el Señor al Señor “nos ayude a tener presente su paso en nuestra vida y a responder con disponibilidad y confianza a la vocación recibida, sabiendo que es Él mismo quien que nos llama, nos sostiene con su gracia y nos envía a los hermanos”.

Audiencia General - 30 de junio de 2021