Alianza promovida por el papa beneficia a 2.500 personas en situación de pobreza y soledad
Ante la agudización de la situación social y humanitaria que afronta miles de personas a cuenta de la pandemia por COVID-19, el papa Francisco ha promovido una alianza interinstitucional por Roma, a través del Fondo Jesús Divino Trabajador.
Los frutos del primer año de la iniciativa fueron presentados en una conferencia en el Salón de los Emperadores del Vicariato de Roma, por el vice regente, el arzobispo Gianpiero Palmieri; la alcaldesa Virginia Raggi; y el presidente de la Región del Lacio, Nicola Zingaretti; introducidos por monseñor Benoni Ambarus, exdirector de la Cáritas diocesana, quien denominó la propuesta como una "hermosa aventura", signo de "profecía" y "testimonio".
Red de solidaridad
Durante el balance se conoció que “el primer millón de euros fue asignado por Francisco, luego la Región y el Campidoglio aportaron 500.000 euros. Con el tiempo, empresas y ciudadanos particulares también han contribuido con donaciones que ascienden a 201.000 euros. Esta generosidad ha beneficiado a más de 2.500 personas, de las 920 solicitudes presentadas”.
La iniciativa fue "un ancla de salvación y de esperanza": "Con este proyecto hemos intentado, cada uno a su manera y con sus propias habilidades, contrarrestar la tendencia al egoísmo ayudando a los demás", afirmó monseñor Palmieri.
A su turno, Nicola Zingaretti explicó que para llegar a esas zonas sociales "invisibles", contaron con la participación de más de 400 voluntarios, que trabajan en 75 puestos territoriales distribuidos por toda la capital. "Esta meticulosidad y atención a la escucha marcaron la diferencia en este tipo de intervención. Sabemos cuántas personas están hospitalizadas, cuántos pacientes están en cuidados intensivos, pero poco sabemos de las muchas personas que han experimentado un alejamiento de la vida social y productiva, de la vida emocional, familiar y comunitaria. El virus mata el cuerpo, pero la soledad también mata”.
Por ello, “las diversas actividades del Fondo han promovido también prácticas y los cursos de acompañamiento para que los beneficiarios no sólo sean receptores de ayuda, sino que puedan empezar a caminar por su cuenta (…) El proyecto no es un pastel que se reparte, sino una levadura que se pone en la masa para que crezca", precisó Massimo Pasquo, responsable de "Alleanza per Roma".
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