Sin amor todo lo demás es una gran mentira

Los fariseos insisten en polemizar con Jesús, no con deseos de aprender, sino con mala intención, la de tenderle otra trampa.

Ellos habían logrado codificar y jerarquizar por orden de importancia 613 mandamientos; un legalismo que ellos mismos convirtieron en un verdadero laberinto. Un sistema tan complejo que estaba al alcance sólo de los estudiosos, no del pueblo pobre y sencillo. El sábado, la pureza ritual y los diezmos eran como los capítulos más importantes.

Le preguntan: ¿Maestro, cuál es el mandamiento principal de la Ley?. Con su respuesta Jesús sintetiza y centra ese mundo de preceptos en uno solo, pero une con idéntica importancia el amor a Dios y el amor al prójimo. Este, el segundo mandamiento, es semejante al primero, es decir, los dos son inseparables. v.39

Con su respuesta Jesús supera de una vez por todas el legalismo. Jesús va al centro, va al núcleo de la Ley, pues de esos dos mandamientos penden la Ley entera y los

Profetas v. 40, es decir, todo lo que Dios nos ha revelado, todo lo que Él nos pide.

Puede afirmarse que hoy ¿Estamos amando al Señor nuestro Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todo nuestro ser? ¿Se nos olvidó que Jesús une radicalmente el amor a Dios y al amor al prójimo? ¿Se acuerdan que San Juan en su 1ª. Carta afirma que miente quien dice amar a Dios pero odia a su prójimo?

¿Por qué en nuestro país hay hoy tanto desprecio por la vida humana?¿Hay amor a Dios y al prójimo en un país en el que cada 40 minutos un niño, una mujer, o un hombre es asesinado por venganza o para robarlo?.

¿Será que se nos olvidó que lo decisivo y fundamental en la vida cristiana es amar? Sin amor todo lo demás es una gran mentira. Nuestro problema es la falta de amor, es la deshumanización a que hemos llegado.

Colombia necesita cristianos que sean verdaderos testigos del amor a Dios y al prójimo.

Hermanos: La respuesta de Jesús es también para nosotros, con mayor razón y urgencia en los tiempos que estamos viviendo en nuestra patria.

Padre Carlos Marín G.