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“No tengáis miedo...tenéis un Padre”

25 de junio de 2023
Padre Carlos Marín G.

No se los dijo una sola vez, sino tres: “No temáis”. El miedo que traerá consigo la persecución, deberán ser capaces de superarlo gracias a  una cálida y vehemente exhortación a la confianza, a no tener miedo.

El Evangelio tiene una fuerza incontenible porque es Palabra de Dios; por eso debéis anunciarlo con convicción, alegría y libertad. Como evangelizadores tendréis una fuerza interior, que nada ni nadie podrá resistir.

Si de verdad tenéis confianza en Dios, nadie será capaz de quebrantarla. Será el Padre del cielo el que cuidará de todos los que anuncian la Buena Nueva. Si sabéis dar testimonio de , Yo daré testimonio de vosotros ante Dios Padre.

 

No basta, pues, con no tener miedo, tenéis que ser valientes en el ejemplo de vida y en la predicación. “Lo que os digo de noche, díganlo a pleno día”. Se los dijo a los Apóstoles, nos lo dice a nosotros.  No importa que unas personas, un partido político, o un gobierno, os rechacen, os insulten, os maltraten, os condenen.

 

“No tengáis miedo...tenéis un Padre… vosotros valéis mucho más que los gorriones que Él cuida”. Para Dios cada uno de nosotros es único y a cada uno nos necesita. Cada uno vale mucho más de lo que imagina, y mucho más de lo que otros puedan pensar. Se los dijo al oído para que penetrara bien en su corazón, y nos lo repite hoy a todos los hijos de la Iglesia.

 

Los cristianos no podemos, pues, caer en la pasividad, ni en la resignación, ni tampoco en una falsa prudencia en la predicación del Evangelio como auténticos testigos de la fe y de la confianza en Dios. El miedo nos hace daño, mucho daño. Tenemos que aprender a vivir y a predicar el Evangelio; el Evangelio no otra cosa, confiando siempre en Dios.

 

Les confieso que a mí me llena de alegría y de confianza pensar en un Jesús dedicado a liberarnos del miedo. A sus discípulos del poder de Roma, y a nosotros, en el hoy de nuestra historia patria, de todas nuestras angustias y temores. Con cuánta fuerza hablaba a cada enfermo: “Ten fe, mi Padre no se ha olvidado de ti”.

Hermanos: Que el miedo no nos paralice en el combate por la fe, por la verdad, por la justicia, por la vida, por los que sufren, porque reine el amor de Dios.

*Padre Carlos Marín G.

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